El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado sobre una serie de ataques con misiles, incluidos hipersónicos, contra varios objetivos militares en Ucrania, donde Moscú viene realizando una operación militar especial desde el 24 de febrero pasado.
El portavoz del Ministerio, Ígor Konashénkov, reportó en rueda de prensa matutina que los militares rusos volvieron a utilizar misiles hipersónicos Kinzhal, cuyo uso en el conflicto de Ucrania fue anunciado por primera vez el sábado.
Asimismo, la Armada rusa lanzó misiles de crucero Kalibr desde el mar Negro para destruir varios talleres de reparación de vehículos blindados del Ejército ucraniano.
Mientras, un gran depósito de combustibles y lubricantes en la región sureña de Nikoláyev fue destruido con misiles lanzados desde el mar Caspio.
Desde el espacio aéreo de Crimea, se lanzó un ataque con misiles hipersónicos Kinzhal contra el mismo depósito que abastecía los vehículos del Ejército ucraniano en el sur del país.
Se utilizaron también armas de precisión para destruir un centro de preparación de operaciones especiales en la región de Zhitómir, en el noroeste del país, que sirvió de base para mercenarios que llegan a Ucrania para luchar contra las fuerzas rusas. Como resultado del ataque fueron eliminados más de 100 militares y mercenarios.
Desde la noche del sábado, fueron atacados 62 objetivos militares en Ucrania, incluidos tres puestos de mando, un lanzacohetes múltiple, dos depósitos de armas y municiones, y 52 puntos de concentración de equipos militares.
Fueron derribados un helicóptero ucraniano Mi-8, seis drones, un misil táctico Tochka-U y fueron destruidos con fuego de artillería seis sistemas móviles de lucha elecrónica Bukovel.
Desde el inicio de la operación militar especial se han destruido un total de 207 drones, 1.467 tanques y otros vehículos blindados, 148 lanzacohetes múltiples, 573 piezas de artillería de campaña y morteros, y 1.262 vehículos militares especiales.