Las vacunas contra el covid-19 son altamente eficaces y seguras en las personas que están recibiendo tratamientos contra el cáncer, ya sean cirugías, radiación, medicamentos u otras terapias, según un estudio del Centro de Cáncer Albert Einstein de Nueva York, Estados Unidos.
Un 98 por ciento de los pacientes con tumores en órganos adquieren niveles altos de anticuerpos contra el coronavirus después de recibir la vacuna anticovid, según los resultados registrados en una muestra de pacientes de Nueva York y publicados en la revista Cancer Cell.
Los porcentajes de eficacia más bajos se registran en las personas que reciben terapias que atacan los linfocitos B. Sin embargo, en un 70 por ciento de estos casos, los pacientes adquieren anticuerpos contra el coronavirus al recibir el inmunizante.
“Este estudio nos permite dar confianza a los pacientes de que la vacunación es eficaz y de que no hay que esperar a terminar el tratamiento para vacunarse”, declara Josep Tabernero, jefe del servicio de oncología del hospital Vall d’Hebron.
?Los investigadores recordaron que las personas con cáncer tienen alta vulnerabilidad a contraer el coronavirus porque reciben terapias inmunosupresoras, además, si se contagian, tienen un riesgo alto de sufrir complicaciones graves.
En ensayos clínicos previos para evaluar la eficacia y la seguridad de las vacunas anticovid y aprobarlas para su uso, se excluyó a personas con cáncer y otras patologías. Por ello, las vacunas se han aplicado a este grupo sin que se hubiera comprobado si tenían la misma eficacia y seguridad que en una población sin cáncer y sin saber si los tratamientos oncológicos podrían interferir la acción de las vacunas.
“Hasta ahora hemos recomendado la vacunación de los pacientes con cáncer, pero había incertidumbre sobre su nivel de eficacia, especialmente con terapias que actúan sobre los linfocitos B”, señala Tabernero.
Por ello, para brindar más información sobre la eficacia de las vacunas en pacientes con cáncer, los investigadores del Centro de Cáncer Albert Einstein analizaron la respuesta inmunitaria de 200 pacientes con distintos tipos de cáncer, una vez que recibieron cualquiera de las tres vacunas que han sido aprobadas en Estados Unidos.
Se encontró que en la mayoría de personas que recibieron dosis de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson se estimuló la producción de anticuerpos IgG contra el coronavirus.
La cantidad de anticuerpos ha sido más alta con la vacuna de Moderna, seguida por Pfizer y finalmente Johnson & Johnson. Los niveles de anticuerpos registrados con las tres vacunas deberían ser suficientes para ofrecer inmunidad contra el coronavirus, según indicó el estudio.
En cuanto a la edad, el estudio abarcó personas entre los 27 y 90 años. La eficacia de las vacunas fue similar en todos los pacientes.
Los efectos secundarios no han sido distintos de los que se registran en poblaciones sin cáncer. Los más comunes han sido dolor en la zona del brazo donde se ha recibido la vacuna y molestias musculares, síntomas que son transitorios.
“Estos datos deberían ayudar a que las personas tengan confianza en que las vacunas funcionan muy bien, incluso en aquellos pacientes que reciben quimioterapia o inmunoterapia”, declaró en un comunicado Amit Verma, codirector de la investigación.
Aunque la eficacia de las vacunas ha sido más baja en personas cuyos tratamientos oncológicos afectan a las células productoras de anticuerpos, ha sido más alta de lo que esperaban los investigadores.
Entre los receptores de trasplantes de médula ósea, un 73 por ciento ha producido anticuerpos contra el covid-19. Entre los que reciben fármacos contra la proteína CD20, que atacan específicamente los linfocitos B, el porcentaje ha sido del 70 por ciento. Sin embargo, ninguno de los tres pacientes que habían sido tratados con células CAR-T ha desarrollado anticuerpos contra el coronavirus.
Por otro lado, el 97 por ciento de las personas que habían sido tratadas con inmunoterapias contra tumores sólidos han desarrollado anticuerpos tras ser vacunados.