Dos manifestantes veinteañeros fallecieron y decenas resultaron heridos este sábado en Perú víctimas de la represión policial contra manifestantes que protestaban pacíficamente en el centro de Lima contra el Gobierno de Manuel Merino, quien asumió como presidente interino el martes en reemplazo de Martín Vizcarra. Unos 40 manifestantes están desaparecidos según una red nacional de ONGs. El relevo al frente del Gobierno, en una maniobra aprobada por el Congreso y considerada ilegítima por la sociedad civil y que no ha tenido el beneplácito de buena parte de la comunidad internacional, ha desatado una ola de movilizaciones que dura ya una semana. Al menos 13 de los 18 ministros del Gobierno de Merino han dimitido a lo largo de la noche. El vicepresidente del Congreso, que ha pedido la renuncia del presidente, ha convocado una junta de portavoces este domingo para debatir una hipotética destitución de Merino. El detonante de la maniobra para relevar de Vizcarra fue una acusación de la fiscalía por corrupción.
La de este sábado ha sido la segunda gran marcha de la semana —la primera fue el jueves— tras la toma de posesión como presidente interino del empresario derechista Manuel Merino de Lama, de Acción Popular, que ejercía hasta ahora como presidente del Congreso. Decenas de miles de jóvenes se manifestaron en Lima contra Merino. Las movilizaciones se extendieron por todo el país.
La situación fue este sábado de máxima tensión. El jefe del Congreso, Luis Valdez, pidió la renuncia del presidente interino y advirtió de que, si este no dimite, la Junta de Portavoces del Parlamento de este domingo estudiará su destitución. El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, y líderes parlamentarios que el pasado lunes apoyaron la salida de Vizcarra reclaman a su sustituto que deje el cargo.
Los peruanos se manifiestan desde el lunes contra la destitución de Vizcarra, no porque defendieran al presidente —a quien la Fiscalía investiga por la supuesta recepción de sobornos cuando era gobernador regional de Moquegua—, sino porque consideran que los grupos políticos que promovieron su salida del Ejecutivo buscaban hacerse con la presidencia para defender intereses particulares.
Las acciones en el Parlamento de los partidos Unión por el Perú, Podemos Perú y un grupo de congresistas de Acción Popular y de Alianza para el Progreso han puesto en entredicho la lucha anticorrupción, han afectado a la calidad educativa en las universidades y a la autonomía del Tribunal Constitucional. Y son los que impulsaron la votación para deponer a Vizcarra la noche del lunes.
La gran mayoría de los manifestantes que participan en las protestas de estos días no han tenido participación política en anteriores episodios de la vida pública en Perú, pero ahora se han echado a las calles con indignación. Roxana, de 20 años, una estudiante de maquillaje profesional, comentaba que era su primera manifestación. “Antes no he participado porque recién nos estamos dando cuenta de lo que pasa. He venido porque los peruanos siempre estábamos acostumbrados a agachar la cabeza. No estoy de acuerdo con este Gobierno y hay que acabar con la corrupción: son muchos años de lo mismo”, expresó.
La marcha nacional de este sábado se inició alrededor de las tres de la tarde. Los ciudadanos se manifestaban con música, carteles de repudio a Merino, de protección al Tribunal Constitucional, a la superintendencia de calidad educativa en las universidades y el respeto a las elecciones generales convocadas en abril. Después de que las autoridades confirmaran la muerte de dos manifestantes, en varios distritos de Lima se oyeron cacerolazos y los gritos de “Merino asesino: renuncia”.
Tras conocerse los fallecimientos, el exprimer ministro Salvador del Solar pidió al político que dimita. “Esta noche debería ocurrir la renuncia del señor Merino. El Congreso tiene que escuchar el clamor ciudadano en todas las regiones y proponer un reemplazo”, comentó a uma emisora.
También han pedido la dimisión de Merino el líder del partido Alianza para el Progreso, César Acuña, cuya bancada votó por la salida de Vizcarra el lunes último. El vicepresidente del Congreso, Luis Valdes, también de Alianza para el Progreso, convocó una sesión parlamentaria para buscar una salida a la crisis en el marco de la Constitución.
El primer ministro, Antero Flores Aráoz, dijo no saber del paradero de Merino. “Penosamente, en una situación tan complicada, ha habido fallecidos y heridos, tanto policías como manifestantes: si a la Policía la agreden, no puede estar paralizada. A la gente hay que pedirle tranquilidad y que no se exponga a situaciones límite”, declaró el jefe de gabinete.
Desde que empezaron las protestas el lunes, unos 30 periodistas que las cubrían han sido lesionados por la policía, según la Asociación Nacional de Periodistas. La noche del jueves, además, los agentes detuvieron a 19 personas que participaban en las movilizaciones. La ONG Coordinadora Nacional de Derechos Humanos ha documentado detenciones arbitrarias, obstáculos de la policía a los abogados para impedirles la defensa de los detenidos en las comisarías y este domingo cifró los desaparecidos en unos 40.