Un inquilino de un edificio de departamentos en la ciudad alemana de Wuppertal confesó en el arranque de un juicio que al intentar suicidarse provocó una devastadora explosión que mató a 21 vecinos.
El hombre, de 54 años, declaró que quería suicidarse y con ese fin el pasado 24 de junio abrió el conducto del gas, lo que provocó una gran explosión.