Al grito de "¡Muerte a Estados Unidos!" y “Estados Unidos es el gran Satanás”, miles de iraquíes asistieron al funeral en Bagdad del general iraní Qasem Soleimani, quien falleció el jueves 2 de enero durante un ataque de Estados Unidos en Irak.
Los ataúdes fueron transportados en camionetas blancas al barrio de Jadriya, que bordea la Zona Verde de Bagdad, donde se sitúa la embajada de Estados Unidos, escoltados por la multitud bajo una nube de banderas blancas de Hashd.
El primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi, Hadi al Ameri, jefe del grupo pro-Irán en el parlamento, Faleh al Fayyadh, jefe oficial del Hashd, el exprimer ministro Nuri al Maliki y los líderes de las facciones chiítas estuvieron presentes en el funeral en la Zona Verde.
Los 10 cadáveres serán trasladados a Kerbala y Najaf, dos ciudades santas chiítas, para las últimas oraciones antes del entierro de Muhandis.
Mientras que el cuerpo de Soleimani será llevado a Irán, donde será enterrado el martes en Kerman , tras tres días de homenajes.
El guía supremo iraní, Alí Jamenei, y el presidente iraní, Hasán Rohani, que prometieron vengar su muerte, visitaron ayer por separado a la familia Soleimani, para presentar sus condolencias.
Por temor a posibles represalias, la coalición internacional antiyihadista, liderada por Estados Unidos, redujo sus operaciones y reforzó la seguridad de sus bases en Irak, informó un funcionario estadunidense.
La OTAN anunció la suspensión de las misiones de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes que luchan contra el Estado Islámico.