La reciente tragedia en la que un hombre de 20 años asesinó a tres personas, entre ellas un niño de seis años, en un festival gastronómico en California, puso de nuevo en el centro del debate político la necesidad de controlar la tenencia de armas de fuego en Estados Unidos. El tema ya es, además, otro frente de guerra entre el presidente Donald Trump y sus rivales del lado demócrata, hacia la contienda de 2020.
La larga lista de precandidatos demócratas pidió medidas para abordar la violencia armada, en respuesta a un tiroteo masivo en Gilroy.
Los senadores Kamala y Cory Booker, quienes presentaron propuestas detalladas de control de armas denunciaron la “epidemia de violencia” en el país.
Julián Castro, exsecretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, fue uno de los primeros en iniciar el debate : “Los pensamientos y las oraciones no son suficientes, debemos hacer más para prevenir estos trágicos ataques”.
El control de armas ya se ha destacado en el ciclo de la campaña 2020, que apenas inicia. Es probable que la tragedia en Gilroy, el peor incidente de tirador activo desde mayo —cuando 12 personas murieron en Virginia Beach—, atraiga más atención a sus propuestas.
Candidatos como el exvicepresidente Joe Biden, el legislador Tim Ryan, el exrepresentante Beto O’Rourke y el gobernador de Montana, Steve Bullock, también se subieron a la palestra.
“Esta violencia no es normal”, escribió Biden, quien apoya la prohibición de armas de asalto y de alta capacidad. “¿Cuántas familias más tendrán que perder a un ser querido antes de que arreglemos nuestras leyes de armas rotas? Hay que actuar, empezando por una reforma real. Nuestros pensamientos están con todos en Gilroy. Suficiente es suficiente”, escribió en Twitter quien es puntero en las encuestas de intención del voto demócrata.
Al igual que el exvicepresidente, la mayoría de los perfiles que buscan enfrentar a Trump en 2020 se comprometieron a prohibir las armas de asalto, mientras que prometen asumir la influencia en el Congreso de la Asociación Nacional del Rifle, una organización que vela por el derecho de los estadounidenses a portar armas.
Harris también prometió una acción ejecutiva dentro de sus primeros 100 días en el cargo si el Congreso no aprueba una legislación integral. Su paquete también incluye prohibir la compra de estos artefactos a personas condenadas por abuso doméstico y derogar la inmunidad a fabricantes de armas a demandos por tiroteos.
Booker también propone un programa nacional que requeriría que las personas soliciten licencias de armas por cinco años. Implicaría verificaciones de antecedentes, entrevistas, capacitaciónes en materia de seguridad y registro de huellas dactilares.
“Si necesita una licencia para conducir un auto, debe necesitarse una licencia para poseer un arma. Necesitamos comenzar a tener agendas audaces sobre armas”.
Las propuestas se producen a medida que los tiroteos en masa ocurren con una regularidad alarmante en escuelas, conciertos, bares y lugares de trabajo, y mientras estudiantes activistas aún mantienen la lucha por acciones políticas después del tiroteo en la escuela de Parkland, que dejó 17 muertos.
O’Rourke, el excongresista de Texas, hizo referencia a esos activistas el pasado domingo.
“Podemos aceptar esto como nuestro destino o podemos cambiarlo. Siguiendo el ejemplo de los estudiantes que marchan por sus vidas y por todas las nuestras, sé que podemos poner fin a esta crisis “.
David Hogg, un exalumno de la secundaria Marjory Stoneman Douglas y una de las voces más públicas del movimiento “Marcha por nuestras vidas”, dijo en comunicado que estaba “cansado” de los repetidos tiroteos y la falta de acción del gobierno.
“Estoy cansado de los momentos de silencio, pensamientos y oraciones mientras las personas continúan muriendo todos los días. Estoy cansado de tener un gobierno tan dividido que no puedan unirse para salvar vidas o nuestro futuro”, expresó en una misiva tras los recientes sucesos de California.