La escudería Red Bull se esmera en reparar el coche del mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez, que, tras chocar en la vuelta de instalación, parecía que se perdería el Gran Premio de Bélgica, que ha quedado interrumpido a causa de la intensa lluvia en el circuito de Spa-Francorchamps.
En la vuelta de instalación, ‘Checo’ perdió el control de su coche y, a pesar de chocar lentamente contra las vallas de protección, dañó la suspensión delantera y no hubiese podido participar en la duodécima carrera del año si hubiera arrancado a la hora prevista, es decir, a las 8 de la mañana tiempo del centro de México.
Sin embargo, tras los aplazamientos iniciales -de 25 minutos en total- y después de que se diese una vuelta a la pista más larga del Mundial (7,004 metros) detrás del coche de seguridad, la organización ha decretado la interrupción de la prueba, con bandera roja, debido a la peligrosidad por el estado de la pista y la escasa visibilidad que hay en Spa-Francorchamps.
Red Bull se comunicó por radio con la dirección de carrera para advertirles de que, al considerar que la misma no ha empezado, están arreglando el coche del piloto tapatío para intentar que, en caso de que la prueba acabe disputándose -sigue lloviendo con intensidad en el circuito de las Árdenas-, ‘Checo’ pueda disputar la carrera.