Finalmente, la Fórmula 1 también ha hincado la rodilla ante la amenaza del coronavirus. El GP de Australia, que debía arrancar este viernes con los primeros entrenamientos libres en el circuito de Albert Park, no se llevará a cabo, según han acordado la F1, los equipos y la FIA.
A falta de confirmación oficial de la FIA, la carrera no se llevará a cabo. Pero según diversas fuentes, entre ellas la BBC, citando a voces autorizadas de la F1, los equipos y la organización decidieron cancelar la carrera en una reunión de urgencia mantenida en Melbourne y que acabó a las 2 de la mañana hora local (a las 4 de la tarde en la Europa continental).
En un primer momento, los jefes de los equipos se habían reunido con oficiales de la F1 y de la FIA este jueves por la tarde (hora australiana) y habían optado por mantener el GP, al menos en su primer día: salir a entrenar, en las dos sesiones libres, y luego valorar la situación al final del día.
Pero los planes cambiaron por la noche después de un día de gran tensión, en el que algunas voces de peso, entre ellas los pilotos –como Sebastian Vettel y Lewis Hamilton –, cuestionasen la conveniencia de disputar el GP por el riesgo de la propagación del virus en el paddock y en el circuito.
Así, según la BBC, la decisión de cancelar el GP, tomada por los equipos, la organización y la FIA, fue adoptada alrededor de las 2 de la mañana. No en vano, de momento, hasta 8 trabajadores de la F1 han sido evaluados por posible contagio del Covid-19. Siete fueron descartados y el octavo, u n técnico de McLaren, dio positivo. Por ese motivo, la escudería inglesa optó por darse de baja del Gran Premio.
Según los organizadores del GP, una novena persona fue sometida a evaluación por sospecha de contagio, con los resultados todavía pendientes. Se trataba de una persona “ajena a cualquier equipo de F1, de la FIA o de las firmas suministradoras”.
Asimismo, se espera que la F1 clarifique si el GP de Vietnam, del 3 al 5 de abril, la tercera prueba del calendario, se lleva a cabo, ya que el gobierno de Hanoi ha prohibido el acceso al país a los viajeros procedentes de Italia, entre otros países.