Tuvieron que transcurrir 15 años para volver a reabrir el caso del crimen de la anciana indígena Ernestina Ascencio Rosario, muerta a manos de militares en la comunidad de Tetlacinga, Soledad Atzompa, lo que demuestra que en México es evidente que no hay procuración de justicia, ni pronta ni expedita, señaló el vocero diocesano, sacerdote Helkyn Enríquez Báez.
Y esto se debe, luego de que la Fiscalía del Estado aceptara la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el caso de Ernestina Ascencio.
“Pues ciertamente si después de 15 años no se ha resuelto un caso que conmocionó a nuestra región, ahí hay un reflejo de que la impartición de justicia a lo mejor no es de modo expedito como se esperaría”.
El presbítero señaló que se sigue esperando que haya una resolución pertinente para la familia, para la población y para la memoria de la señora Ernestina Ascencio Rosario.
Explicó que esa respuesta se espera: “a fin de verificar que el país vive un Estado democrático donde la impartición de justicia se hace de manera clara y suficiente para satisfacer la demanda de la población, lo cual hasta el momento no ha sucedido”.