Desde hace más de 20 años, la familia Siliceo, ha convertido una tradición católica en una atracción del municipio de Coatepec.
Y es que realizan uno de los nacimientos más grandes del Pueblo Mágico en la sala de la vivienda, el cual causa asombro y admiración de quienes lo aprecian desde la ventana.
En entrevista, Maritza Siliceo recordó que fue la abuela de la familia quien inculcó a los nietos la costumbre de poner el nacimiento cada inicio del mes de diciembre.
Sin embargo, con el paso de los años, los Siliceo se fueron poniendo cada vez más creativos y fueron expandiendo el nacimiento hasta abarcar toda la sala.
“La idea empezó a partir de que nuestra abuelita nos dejó esa tradición de que lo hacía en pequeño y pues año con año fuimos mejorando, poniendo más cosas y a mi hermana le gustó la idea de hacerlo en todo el cuarto”, expresó.
La sala mide 6 por 4 metros, en los cuales se coloca el paxtle, la lama y las figuras de yeso que son adquiridas en el municipio artesano de San Juan de Los Lagos, Jalisco.
Cada año, le agregan nuevas figuras para hacerlo más grande y atractivo para la población.
“La gente se asombra de ver la magnitud del nacimiento, a veces les permitimos pasar a verlo a veces se quedan desde la ventana observando y nos felicitan”, explicó.
Pero colocar el nacimiento no es algo económico, ya que invierten hasta 2 mil pesos, en la compra de insumos para montarlo.
Sin embargo, para la familia es algo que vale la pena y participan desde las hermanas, hasta los hermanos la mamá.
El nacimiento representa el nacimiento de Jesús y atrae a propios y extraños. Cada diciembre, la familia abre las puertas y ventanas de su hogar para que los habitantes que pasan por la calle se detengan un momento para contemplar el trabajo.