Luego de que pobladores de las comunidades indígenas del municipio de Soledad Atzompa retuvieran al personal médico y de enfermería del Centro de Servicios de Salud Ampliados (CESSA) por la “pérdida” de un equipo de monitoreo de signos vitales y un ventilador que funcionaba para checar a pacientes enfermos de COVID-19, fue necesario dejar un vehículo en garantía para permitir la salida de los profesionales de la salud.
Cerca de las 17:00 horas, los habitantes decidieron dar opciones al director Rey Sahib Machorro Poceros para que pudiera irse junto con sus compañeros a sus casas, y como garantía, tuvo que dejar su automóvil para que eso, ameritara la devolución de los aparatos médicos.
Por la mañana, los inconformes exigieron al director esclarecer los hechos y recuperar ese equipo que de manera extraña salió del CESSA.
Y es que al caer en contradicciones, los pobladores no creyeron que prestaran los equipos cuando son necesarios para ayudar a pacientes enfermos de COVID.
El director dijo que su homólogo de Río Blanco, le solicitó prestado el equipo, se llamó al Hospital Regional para confirmar lo dicho, pero negaron tener esos aparatos en comodato o préstamo.
Los habitantes acusaron al personal de salud de robar al pueblo, aunado a que se dice, el equipo tiene un valor superior a los 150 mil pesos y al no poder justificar la desaparición del monitor y del ventilador mecánico, impidieron salida del personal de salud hasta que aparecieran.
Casi al caer la tarde, los pobladores optaron por pedir algo en garantía de que devolverían el aparato y decidieron que sería el vehículo particular del director del CESSA para que este martes por la mañana, haga entrega del monitor y ventilador, de no hacerlo, optarían por otras acciones.