De acuerdo con la presidenta del Colectivo Feminista Cihuatlahtolli, María de la Cruz Jaimes García, son las trabajadoras sexuales los más afectados por la pandemia de COVID-19, pues durante la etapa más crítica ningún gobierno ni federal ni estatal les entregó ningún tipo de ayuda.
Expresó que ningún nivel de gobierno ha sido capaz de voltear su mirada hacia el sector de trabajadoras sexuales, cuya situación es cada día más complicada, ya sea en salud, respeto a sus derechos humanos, pero sobre todo, en su situación económica.
Precisó que Cihuatlahtolli es una de pocas organizaciones que tienen años acompañando a las trabajadoras sexuales, es como han recibido algún apoyo en su proceso de organización o defensa de sus derechos como trabajadoras.
Dijo que con la pandemia, al igual que otras crisis de salud, sólo ha permitido exponer las graves desigualdades que existen entre sectores y que en este caso afecta a este grupo de la población que por sí son personas marginadas, criminalizadas, que viven precariedad financiera y que a menudo están fuera de los mecanismos de protección social.