En los últimos 15 días se han contagiado cinco sacerdotes, pero desde que inició la pandemia, suman 19, dio a conocer el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.
“La participación de nuestra vida sacerdotal implica compartir alegrías y penas con la comunidad; hemos guardado todas las distancias y todos los protocolos, pero aun así el contacto con la comunidad no lo hemos dejado. El sacerdote se acerca a todos con todas las precauciones, pero la pandemia, sobre todo con esas variables de las nuevas cepas, han sorprendido a los hermanos sacerdotes”.
Indicó que durante 2020, fueron alrededor de 14 los sacerdotes confirmados de COVID-19, de los cuales, dos perdieron la vida a consecuencia de este virus.
Dio a conocer que para el cuidado de los presbíteros que se han contagiado por el SARS CoV2, existe un grupo de sacerdotes que los atiende pues también requieren asistencia espiritual antes de fallecer o durante su proceso de recuperación de la enfermedad.
Asimismo comentó que hay religiosas que han enfermado por el virus, pero por fortuna han superado la enfermedad y se recuperaron favorablemente.
Señaló que en el caso del sacerdocio, estos han asumido su responsabilidad para atender a la población, pero observando todas sus medidas de prevención ante el coronavirus.
Es por eso que las celebraciones que se llevan a cabo, cuando alguna persona fallece por el COVID, se lleva a cabo todo un protocolo de seguridad, pues el rito que se hace es muy corto con el objetivo de evitar el contagio.
“Lo que estamos haciendo es ajustarnos a la situación de cada momento y circunstancia para evitar el contagio y atender principalmente a quienes han perdido a su ser querido y encomendar al Señor el alma de nuestros hermanos difuntos”.