Para la coordinadora de la asociación Kalli, Luz Marina, Lizet Hernández Cruz, el que un menor conviva con su papá o mamá de manera virtual no genera daño emocional, sino que este problema ocurre cuando le niegan verlos.
En entrevista, la activista y abogada comentó que en relación a la convivencia familiar, la autoridad debe garantizar que los menores tengan un desarrollo sano.
“Yo creo que eso no genera ningún tipo de violencia pero sí considero que el hecho que se esté dando de esta manera, genera un sobrecargo de trabajo a la madre porque se genera una separación del padre y cuando sucede de esta manera ella debe atender su trabajo, los quehaceres en el hogar y ser madre”.
Indicó que en estos momentos de pandemia, las únicas convivencias son de manera virtual y aseguró que es lo adecuado porque se debe de proteger la salud del menor que al final es lo más importante-
“Pero si vemos de alguna manera que esto representa una sobrecarga de trabajo para las mujeres porque los días que tenía previsto el cuidado del menor por parte del papá ya no ocurre pues se está quedando con la mamá y bueno las mamás se empeñan en varias jornadas, la laboral, las labores de la casa y la de crianza”.
Dijo que en los Centros de Convivencia Familiar ha habido modificaciones a los protocolos y a los procesos que de alguna manera no se establecen de forma adecuada o correcta, “pero creo que es un momento en el que todas estamos intentando llevar las cosas de la mejor manera”.