Por la falta de incentivos de parte del gobierno Federal hacia empresarios en esta crisis económica que ha dejado a su paso la pandemia de COVID-19, se han perdido en el estado de Veracruz 55 mil empleos formales, dio a conocer la vicepresidenta de la Región Golfo de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Claudia de la Huerta Manjarrez.
“Sin ser catastrofista y mucho menos pesimista para nosotros esta pandemia no nos ha caído como anillo al dedo, más bien ha significado un verdadero reto para no sucumbir ante la inactividad y decrecimiento económico, consecuencia del aislamiento al que nos hemos tenido que adaptar y de la indiferencia e insensibilidad del gobierno federal al no haber accedido a brindar apoyos básicos que de haberlos otorgado, no hubieran cerrado un sinnúmero de micro y pequeñas empresas. Sólo en el estado de Veracruz, 55 mil empleos formales se perdieron”.
Durante su intervención en la toma de protesta a los delegados de la Canacintra de Coatzacoalcos, Córdoba, Minatitlán, Poza Rica, Tuxpan, Xalapa, Veracruz y Tabasco, para el periodo 2021-2022, realizada en la ciudad de Orizaba, la empresaria expuso que no se puede decir que esta pandemia les cayó como al dedo.
Apuntó que durante la pandemia a nivel nacional cerraron un millón 10 mil empresas y se perdieron un millón 400 mil empleos de los cuales hasta ahora 800 mil no se han recuperado.
De la misma manera dijo que de estas cifras no pueden ser más significativas del daño a la economía nacional, pues el PIB cayó un 8.4 por ciento en el 2020.
Afirmó que de acuerdo con algunos especialistas, las dimensiones de una crisis como la actual no se veían desde 1934.
“Para el presente año 2021, el escenario no es muy halagador pues las políticas gubernamentales no pintan de manera diferente y la inversión pública para construcción de infraestructura, ronda el 2.5 del PIB y conforme a las recomendaciones del banco mundial está resulta ser insuficiente para un verdadero desarrollo”.
Lamentó que esta situación genere incertidumbre en la inversión privada y extranjera. En el caso de la inversión privada, en los proyectos de infraestructura nacional si bien es importante también resulta insuficiente para alcanzar un crecimiento económico que recupere el descalabro sufrido por la pandemia.
“La inversión extranjera directa también se ha visto disminuida por la también incertidumbre de las políticas públicas de este régimen aunado a las reformas en materia de energía eléctrica impulsadas directamente desde palacio nacional”.