Trabajadores sindicalizados e independientes de la Secretaría de Salud protagonizaron un escándalo por el simple hecho que los enfermeros ajenos a la Sección 26 acudieron a las instalaciones de la Jurisdicción Sanitaria VII de Orizaba y al Hospital Regional de Río Blanco a entregar caretas y cubrebocas KN95.
Esto fue mal visto por los sindicalizados de las subsecciones 4, 47, 48 y 2, pues sus dirigentes acusaron que se trataba de proselitismo anticipando.
A la vez, cuestionaron el origen de los recursos para la compra y entrega de los equipos de protección personal, pues aseguran que son costosos aunado que ni la Secretaría de Salud ha dado ese material de apoyo a sus trabajadores.
Los miembros del sindicato de la Sección 26 que representa en el estado Luisa Ángela Soto Maldonado dijeron que se trata de una burla el haber acudido al HRRB dónde está la primera línea de defensa en atención a pacientes con COVID y mientras los independientes se pasean y buscan provocar conflictos entre el resto de la base trabajadora.
El dirigente de la Subsección 2, Martín Gómez Buenabad aseguró que el grupo opositor solo lucra con el dolor de los médicos, enfermeras y personal que ha fallecido a consecuencia del coronavirus.
Exigieron saber de dónde proviene el dinero para la compra de esos equipos que han distribuido en todos los hospitales y jurisdicciones sanitarias de todo el estado.
Dejaron entrever que la relación que existe entre el dirigente del Sindicato Independiente, Antonio Ortiz Fernández a quien apodan "El Tigre Toño" con el administrador de la Jurisdicción Sanitaria VII de Orizaba podría generar tráfico de influencias y desvío de recursos pues ni la Sección 26 cuenta con el presupuesto suficiente para poder adquirir esos equipos de protección personal.
Los trabajadores sindicalizados se apostaron a las entradas del Hospital Regional de Río Blanco, es decir a las oficinas administrativas y consultorios como a Urgencias y estacionamiento para evitar el paso de los llamados "héroes y guerreros" que son el grupo opositor a la dirigencia de Luisa Ángela Soto Maldonado.
Cabe decir que fue necesaria la presencia de elementos de la Fuerza Civil, Policía Estatal, Guardia Nacional para evitar enfrentamientos así como del Instituto de la Policía Auxiliar para resguardar las instalaciones hospitalarias.