En los últimos 10 años, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha acumulado al menos unas 20 denuncias por tala clandestina en el parque nacional Pico de Orizaba, si que a la fecha se tenga informes de que sanciones se han aplicado o si han detenido a alguna persona por el delito ambiental.
Pobladores de la comunidad de Los Jacales lamentaron que la dependencia solo haga trabajo de escritorio y no cumpla con su deber, pues no se ha conocido que hayan encarcelado a taladores, aserraderos o traficantes de madera.
Expusieron que un camión con capacidad de siete metros cúbicos de madera, representa una ganancia de 30 mil pesos en efectivo para taladores.
Los habitantes expusieron que esa cadena comercial que se realiza con la tala clandestina comienza con los cortadores, los del arrastre, el que traslada y el que comercializa.
Revelaron los habitantes de Jacales que en una hora un talador derriba con motosierra entre 5 y 7 árboles.
Asimismo de acuerdo a la necesidad de manejo aplican el tipo de corte, sea por troceo -troncos- pie, rollo o tabla.
Para dicho proceso, se ocupa un cortador que es pagado por jornal, una persona que arrastra el tronco, un tercero que acopia y traslada y el que la compra para comercializar.
Los municipios más afectados por los taladores, al compartir las faldas del Volcán Pico de Orizaba son: La Perla, Mariano Escobedo, Ixhuatlancillo, Calcahualco, Alpatláhuac, Coscomatepec y Calcahualco.
De acuerdo con datos de ambientalistas en 10 años, la tala ha devastado 12 mil hectáreas de bosques, de las 19 mil 750 hectáreas del Parque Nacional Pico de Orizaba.
En los últimos 10 años, el Parque Nacional perdió más de 6 millones de árboles.
La madera, terminó convertida en tablas para la fabricación de muebles, destinada a la construcción, tarimas comerciales y embalaje, productos con una vida útil de tres a cuatro años.