Sin crecimiento no existen recursos para distribuir, indicó José Manuel Urreta Ortega, presidente del Consejo Coordinador Empresarial en el Estado de Veracruz, ante el señalamiento del presidente López Obrador en el sentido que es más importante para el desarrollo la distribución equitativa de recursos que el crecimiento económico.
Al realizar un balance del gobierno en materia económica, tras el mensaje con motivo del Primer Informe de Gobierno, Urreta Ortega señaló que existen algunos aciertos del Gobierno que lamentablemente no han tenido gran impacto ante diversas decisiones, poca capacidad para corregir errores y lograr consensos con otros sectores de la sociedad.
“El bienestar de la población no es una cuestión de percepción o buenas intenciones, sino de cubrir de manera efectiva todos los satisfactores que le permitan desarrollarse y vivir en armonía, en concreto dos factores: empleo y seguridad, los cuales son perfectamente medibles y nos dicen que hoy más mexicanos están desempleados o en la informalidad y que la inseguridad continúa creciendo de manera incontrolada en diversas partes de la República”, apuntó el también Coordinador de CONCAMIN en la zona oriente del país.
En materia económica, indicó que los resultados están a la vista: nulo crecimiento, pocas condiciones para la actividad productiva y diversos sectores y empresas estancados, pero confió que prevalecerá la unidad y corresponsabilidad de todos los sectores de la sociedad para lograr impulsar las políticas acordes a las necesidades de nuestra nación.
Urreta Ortega reconoció entre los principales aciertos del primer año de la actual administración las negociaciones para el acuerdo comercial de América del Norte, niveles controlados en la macroeconomía e inflación, el comportamiento de la inversión extranjera directa y un incipiente combate a la corrupción.
Sin embargo, señaló entre los grandes pendientes para el segundo año de gobierno lograr resultados concretos en materia de seguridad nacional, incrementar la base de contribuyentes con fomento a la economía formal, diversificar proyectos de infraestructura en toda la República, mayores coinversiones público–privadas para lograr el desarrollo y un efectivo gasto público sin subejercicios ni asistencialismos.
“Urge para nuestro país una política definida y clara de fomento a las actividades productivas mexicanas con alcance a las pequeñas y medianas empresas mexicanas, las únicas capaces de transformar el entramado social y económico de los habitantes y lograr revertir los indicadores negativos observados en los últimos meses”, señaló.