La familia de hondureños que había sido secuestrada, contará con su visa para legalizar su estancia migratoria y poder entrar y salir de este país, incluso trabajar, informó el director de Atención de Migrantes del gobierno del estado, Carlos Escalante.
Dijo que el INM regularizará la estancia migratoria de la familia, por lo que tendrán su visa humanitaria para que puedan andar sin problemas.
“Su situación jurídica es que son víctimas de un delito y lo que se va a hacer es que con fundamento al 133 de la ley de migración, va a regularizar su estancia migratoria para que puedan ir y venir a donde quieran, no serán repatriados”, añadió.
Luego de que fueron rescatados y trasladados a un hotel en la ciudad de Veracruz, afirmó que las cinco personas; dos adultos y tres menores, cuentan con excelente salud, pese a que estuvieron secuestrados.
A pesar de que se pedían 15 mil dólares para dejarlos en libertad, el rescate se dio tras un operativo en coordinación con la Policía Federal y las Unidades Antisecuestro del estado de Oaxaca y de Veracruz; no hay detenidos y sí se dio una parte del dinero.
Según los relatos de las víctimas, los presuntos responsables; cinco personas armadas y cuatro con machete, los detuvieron en el estado de Oaxaca, después de bajarse de un taxi, ya que como viajaban con menores no podían subir al tren y sin identificación no podían abordar el autobús, por lo que se trasportaban en taxi o caminando largos tramos.
De acuerdo con las declaraciones de la familia, los presuntos delincuentes los movían constantemente de bodegas, en la zona de Oaxaca.
“Me dieron la instrucción de que estuvieran aquí en Veracruz resguardados por la Policía Federal, Ministerial, su estado de salud es excelente, aunque fueron 13 días muy difíciles, se dio rescate, pero no se dieron los 15 mil dólares que pedían (..) ellos quieren descansar, han sido días muy pesados, no van a dar declaraciones, las declaraciones las haré yo”, argumentó.
Cabe destacar que la familia fue rescatada en Oaxaca, en los límites con Veracruz y fueron trasladados a Coatzacoalcos para posteriormente ser llevados a la ciudad de Veracruz.