El párroco de la iglesia San Juan Bautista del municipio de Nogales, Javier Onofre Valeriano, reconoció que a pesar de la inseguridad que se registra en los municipios circunvecinos, la afluencia de creyentes a las celebraciones eucarísticas no ha disminuido.
Por ello, descartó que los niveles de inseguridad hayan afectado la fe de las personas y estas dejen de acudir a las celebraciones eucarísticas por la noche.
“Yo lo noto normal, hay periodos que va poca gente, porque ya los niños hicieron sus sacramentos o por las lluvias han dejador de asistir a las iglesias, a menos de mi realidad, de mi parroquia la vea toda igual, la gente sigue acudiendo igual”.
Asimismo, dijo que la inseguridad genera mucho dolor entre las familias y deja heridas profundas en los corazones, por lo que estas buscan a la Iglesia donde buscan las palabras que los reconforten.
“En el desahogo, es donde toda persona empieza a sentir su búsqueda, de estar en paz y sí ciertamente como todo, cuando una comunidad o estado decide buscar, pues sufrimos todos como servidores de la fe, nos percatamos también de que muchos feligreses son afectados por un ambiente así”.
Comentó que se llevan a cabo reuniones y que son las formas de unir fuerzas y trabajar, es donde la Iglesia busca dar una respuesta a una emergencia.
Por ello, señaló que la paz en los pueblos, la tranquilidad de las familias siempre será una emergencia, “cuando hay una circunstancia muy necesaria, muy específica hay que atenderlo y eso corresponde a quién le toca”.