El presidente municipal de Orizaba, Igor Rojí, confirmó que sí operaba una red de corrupción en el departamento de Obras Públicas, pero fueron despedidos los cinco empleados quienes incurrieron en esa deshonestidad.
“Ya se corrigió, se sustituyeron estos empleados y tenemos que ver para adelante y no lo que pasó la semana pasada”.
Comentó que fueron removidos cinco, cuatro supervisores y un notificador. “Estos tenían varios años trabajando, eran variadas las fechas de ingreso, muchos ya venían no sólo de la administración pasada, sino de más atrás”.
Cuestionado sobre desde cuándo operaba esta red de corrupción, el alcalde dijo desconocer, pero que se atendió la queja a través de la denuncia de los ciudadanos que acusaron que esas personas les estaban solicitando dinero y les daban porque no tenían permisos.
“En el caso de Obras Públicas, el mismo director y coordinador de licencias todos ellos recibieron una denuncia de un ciudadano y fue que se comenzó a buscar el hilo de todo esto y se hicieron unos muestreos de algunas obras que están en proceso en la ciudad, pero son obras pequeñas”.
En tono de broma, el alcalde indicó que no era mucho lo que pedían, “unos 500 pesos por obra”.
Asimismo, negó que el principal personaje que operaba esta red de corrupción de nombre Miguel Torres se removiera a otra área, pues se rumoró que amenazó a los funcionarios con exhibir muchas situaciones en una plataforma digital, y ante tal advertencia sólo pasó al departamento de Programas Sociales, pero el edil rechazó esa versión.
“Todos se fueron, no hubo ninguna reubicación”, insistió. Y llamó a la ciudadanía a que si tienen alguna denuncia en contra de algún funcionario municipal lo haga saber de manera anónima a través del Buzón de Quejas, “son cinco buzones que están en todo el Palacio Municipal, donde de manera anónima pueden denunciar casos de corrupción”.