Las pocas granizadas que se han registrado a una altura de los 5 mil 300 metros en el Pico de Orizaba, han ayudado para que se regeneren los mantos freáticos, aunque sea en una mínima parte, comentó el coordinador del programa Salvemos el Pico de Orizaba, Ricardo Rodríguez Deméneghi.
El especialista, dijo que a escasos días de que culmine el otoño y empiece el invierno, el volcán no ha registrado nevadas.
“Hoy el Pico de Orizaba sigue presentando la pérdida de sus glaciares y a punto de entrar el invierno, no se ha presentado una nevada, sólo ligeras granizadas, lo que ha permitido apenas un reabastecimiento de las fuentes de agua, lo que llamamos mantos freáticos”.
Sin ser alarmista, el entrevistado dijo que, de seguir así este fenómeno climático, los que padecerán de agua serán los habitantes de los municipios de Veracruz, Boca del Río y Medellín, debido a que estos dependen totalmente del agua proveniente de esta montaña y no se está haciendo nada para conservarla.
“De seguir la misma situación la población de esos tres municipios se quedará sin el vital líquido, por eso la invitación a las autoridades es para que se trabaje urgentemente en recuperar la fábrica de agua que es el Pico de Orizaba”.
Rodríguez Deméneghi, indicó que actualmente están esperanzados a que las nuevas autoridades tanto federales como estatales decidan llevar a cabo actividades directas en el Parque Nacional Pico de Orizaba.
Destacó que el Pico de Orizaba y su parque deben ser considerados prioritarios pues del agua que generan dependen más de dos millones de personas.
“Estamos viendo una situación alarmante de escasez, y las justificaciones son muchas: que aumentó la población, que hay más redes de agua, pero desde hace tres años se han rebasado más de 30 días sin agua corriente en los domicilios y este año fueron 38 días”.
Mencionó que existen poblaciones que tienen tandeos para poder dotar del servicio a su población, pero actualmente sólo queda glaciar y medio y ve muy difícil recuperarlo, pero al menos se debe tratar de mantener el colchón de humedad que hay en la parte baja por los árboles.