El próximo 1 de diciembre, los taxistas de la región de Orizaba habrán de realizar una marcha para agradecer que llegó a su fin la pesadilla que se vivió en estos dos años para su gremio.
Pero además, aprovecharán para demandar al nuevo gobierno que cese la represión y la política que se aplicó en contra de los taxistas y se privilegie el diálogo.
“Vamos a manifestarnos, vamos a movilizarnos ese día con dos objetivos: el primero es para decir qué bueno que ya se terminó la pesadilla que se tuvo que vivir por dos años, principalmente para el gremio de taxistas, sobre todo por las amenazas, el acoso, la persecución que se dio hacia los taxistas por la misma Secretaría de Seguridad Pública”, expuso el líder del Grupo Regional Independiente de Taxistas de Orizaba (Grito), Jairo Guarneros Sosa.
Recordó que la inseguridad sigue a todo lo que da contra los taxistas y todos los días se sabe de casos de asaltos, levantones, por lo que se requiere que esto no siga pasando, que haya voluntad por parte de las autoridades para dar la seguridad a este sector y a la población en general.
Consideró necesario que se deje de criminalizar a los trabajadores del volante, quienes en su mayoría han sido víctimas de la violencia que prevalece en todo el estado.
Agregó que hasta el último momento, los funcionarios que se van exhiben su cerrazón y sin razón, pues en su comparecencia, Jaime Téllez Marié, titular de SP, prácticamente echó a las mujeres la culpa de que las maten.
Sobre la petición al próximo Gobernador, Jairo Guarneros dijo que demandarán que cese este tipo de represión en contra de los trabajadores del volante y se privilegie el diálogo y busque resolver la problemática que vive este sector.
Guarneros Sosa comentó que el tema de la regularización que puso en marcha el gobierno saliente se planteó en una reunión con Cuitláhuac García en Coatzacoalcos y él señaló que habrá de desaparecer, aunque la postura del gremio es que se revise y lo que esté bien se continúe y lo que está mal, “que es mucho”, se corrija.
Recordó que hay quienes faltaron de integrarse a ese programa no porque no tuvieran la voluntad, sino porque algunas circunstancias no permitían su ingreso, y esos casos se pueden revisar para darles la certeza que necesitan.