Después de haber pernoctado en las instalaciones del Complejo Deportivo Orizabeño, 250 migrantes centroamericanos siguieron su camino hacia el paradero San Cristóbal en busca de que algún trailero se apiade de ellos y los traslade hacia Puebla.
A temprana hora, los viajeros caminaron sobre la autopista Córdoba-Puebla hasta por 10 kilómetros hasta llegar al paradero de camiones, donde fueron acompañados por el personal de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Los 250 migrantes centroamericanos no habían probado alimentos, debido a que los miembros de la Pastoral Social al frente del padre Marcos Palacios Cárdenas no aportaron la alimentación ni en la noche ni en la mañana de este miércoles.
Tampoco hizo algo el personal de Protección Civil de Orizaba para alimentarlos, solo les brindaron el asilo y encaminarlos al paradero de tráileres.
Según los miembros de la Iglesia, sus recursos ya no eran suficientes para darles de comer puesto que ya estaban cansados de trabajar todo el día en alimentar a las caravanas que llegaron a Orizaba.
La mañana de este miércoles, el delegado de Derechos Humanos en Córdoba, Manuel Sánchez Hernández, ordenó la compra de tamales y atoles para que desayunaran los migrantes, pues tenían más de 12 horas sin probar bocado.
Ahora solo esperan que un trailero lo quiera llevar hacia Puebla donde enfilarán a la Ciudad de México en busca del sueño americano.