Al menos unas 350 familias se encuentran asentadas en las riberas de los ríos Carbonera y Blanco, aunque estas ya habían sido reubicadas, regresaron a habitar esas viviendas, pese a ello, se encuentran vulnerables ante las presentes lluvias, afirmó el director de PC en este municipio, Pablo Ramos Huerta.
Expuso que “por el lado de La Carbonera se tiene a un promedio de 250 familias que están viviendo a un lado del cauce del río y que estarían en un riesgo latente, además de 100 familias de la colonia Cuauhtémoc y que están viviendo en la orilla del río Blanco y donde se presenta más el riesgo”.
Señaló que cada vez que hay afectaciones y se generan las reubicaciones, los vecinos piden nueva vivienda y al poco tiempo regresan a sus viejas casas y siguen viviendo en una zona de riesgo, esto no va a parar hasta que el Gobierno decida destruirlas”.
El entrevistado indicó que se sigue monitoreando el cauce del río de La Carbonera, y ante ello están pendientes de los alertamientos, “ya que en San Juanero reportó una lluvia fuerte y Santa Cruz, está reportando una lluvia ligera y desde ese momento, se tiene el monitoreo en los cauces”.
Explicó que no se ha presentado la necesidad de una evacuación; sin embargo, se está realizando una supervisión constante por La Carbonera y el río Blanco, “siendo que, en estos ríos, se presenta el incremento del agua, cuando llueve por Maltrata o en Nogales”.
Comentó que se tiene un listado de reubicaciones de la afectación de 2012 y los cuales salieron, “por lo que se están realizando los requisitos, de donde se van a construir las casas, desde ahí se empieza a buscar una zona sin riesgo”.