La economía mexicana aún no libra una recesión, pues la cifra que se dio ayer de un alza de 0.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre, es preliminar, pues el dato definitivo se dará a conocer el 23 de agosto próximo y no descartan que éste baje, alertaron analistas.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dio a conocer que el PIB creció 0.1 por ciento en el segundo trimestre del año frente a los tres meses previos, en términos ajustados por estacionalidad.
Analistas consultados por La Razón señalaron que si bien este dato de crecimiento económico “salva de la recesión” económica, aún es muy pronto echar las “campanas al vuelo”, pues hay que esperar tres semanas para que se publique el dato definitivo, el cual puede variar.
El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz, mencionó que al entender que el crecimiento registrado durante el segundo trimestre estuvo muy pegado al cero por ciento de crecimiento, aún se puede incorporar más información que “jale” hacia abajo el crecimiento del PIB.
Dio una probabilidad de 60 por ciento que lo anterior se materialice, debido a los factores ya conocidos, como una menos empleos, dificultad en el consumo; una menor inversión física por parte del gobierno federal, entre otros factores.
Raymundo Tenorio, economista del Tecnológico de Monterrey, coincidió en que aún es apresurado descartar una recesión porque aún se debe observar el comportamiento de otras variables clave, ique fluyen con un rezago importante.
Comentó que dichas variables son producción industrial, inversión fija bruta, ahorro, impuestos, consumo privado, las exportaciones y las importaciones.
Precisó que aún falta un trimestre más por observar el comportamiento de esas variables y determinar si hay recesión o no; no obstante, sostuvo que la economía mexicana no se encuentra exenta de un ciclo recesivo, el cual se ha observado desde el año pasado.
Por otra parte, luego de darse a conocer el resultado preliminar del PIB al alza, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera y un grupo de analistas coincidieron en señalar que, si bien el crecimiento fue de alguna forma modesto, es suficiente para no cumplir los augurios que muchos tenían de que México iba a tener dos caídas seguidas del PIB y por lo tanto iba a entrar en recesión técnica por primera ocasión en una década.
Herrera, aseguró que la economía no se encuentra en recesión, aunque reconoció que existe una desaceleración económica y que los pronósticos de la actividad económica permiten determinar que para el segundo semestre del año se prevé un dinamismo mayor de la economía.
Explicó que el bajo crecimiento se debe a una naturaleza cíclica, la cual se explica por periodos de expansión y contracción que afectan más por temas externos.
Herrera aseguró qué hay otros factores que pueden ayudar a empujar la economía hacia arriba, como la aprobación del TMEC y la baja de 25 puntos base por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Para un grupo de analistas, este crecimiento resulto sorpresivo. El banco de inversión JP Morgan informó que, aunque la economía de México no cayó en recesión, aún está débil desde hace unos trimestres.
Para el economista Marco Oviedo, del banco británico Barclays, sostuvo que la economía mexicana continúa mostrando signos de debilidad, pero podría ser muy pronto para confirmar que ya está ocurriendo una recesión.
Ariane Ortíz, analista de Moody’s enfatizó que el paquete de apoyos para estimular la economía que presentó la SHCP por 485 mil millones de pesos, tendrá un impacto limitado en las finanzas.