"Un tesoro de la información científica", así fue como expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) calificaron el más reciente hallazgo hecho en la cueva Balamkú de Chichén Itzá.
El hallazgo es resultado de una exploración realizada en el Gran Acuífero Maya en colaboración con la National Geographic Society.
El santuario, ubicado debajo de la estructura principal de Chichén Itzá (en la península de Yucatán), será revelado en su totalidad en la edición de marzo de la revista Arqueología Mexicana, informó Guillermo de Anda, el arqueólogo encargado de liderar la investigación.
Parte de este proyecto es comprobar la existencia de un cenote debajo de la pirámide de Kukulkán.
Guillermo de Anda mencionó en el número 156 de Arqueología Mexicana que "el cosmograma se reconfiguró de manera más clara cuando René Chávez, mediante estudios de electrorresistividad, sugirió la existencia de un cenote debajo de El Castillo (pirámide de Kukulkán)", añadiendo que de confirmarse "cambiaría profundamente nuestra percepción del sitio".
De comprobarse la hipótesis se complementaría la línea del tiempo de los mayas en Chichén Itzá.