Miles de fieles devotos de la Virgen de Guadalupe arribaron la noche de este martes a la Basílica Menor de El Dique, para cantar las tradicionales mañanitas en honor a la Morenita del Tepeyac.
Pese a las bajas temperaturas que se han sentido en los últimos días en esta capital, el fervor guadalupano provocó que los creyentes llegaran desde distintos puntos de la ciudad e incluso de los municipios cercanos para estar cerca de la imagen de la virgen morena y agradecer por las bendiciones recibidas.
La celebración eucarística, previa a las Mañanitas, fue oficiada por el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, quien destacó la relevancia e importancia que la Virgen de Guadalupe tiene para la sociedad mexicana y que ha estado presente a lo largo de la historia del país.
"La santísima virgen es nuestra madre, toda la historia de Juan Diego y sus apariciones están fundadas en una sólida tradición; según la historia de la Independencia de México el cura Miguel Hidalgo tomó como primer estandarte una imagen de la Virgen de Guadalupe y desde ese momento se proclamó a la Virgen Mexicana como madrina e inspiración de la Insurgencia, posteriormente don José María Morelos publicó un decreto exaltando a la virgen guadalupana, el primer presidente de México se llamaba Manuel Félix Fernández pero se cambió el nombre por el de Guadalupe Victoria en honor a nuestra madre de Guadalupe, don Vicente Guerrero peregrinó hasta el santuario de la guadalupana para entregar las banderas y los trofeos ganados al general Barradas", indicó.
Asimismo, resaltó que Benito Juárez, Ignacio Comonfort, Sebastián Lerdo de Tejada, entre muchos otros personajes de la historia de México han sido fieles devotos de la virgen morena y la han hecho parte de sus gobiernos, siendo uno de los casos más recientes el de Vicente Fox, en el año 2000.
Por lo anterior, pidió a los fieles orar por el futuro del país y sus gobernantes y de esta manera buscar que a México le vaya bien en los próximos años.
Finalmente, al concluir la misa, los fieles cantaron las Mañanitas y mientras algunos continuaban arribando a la basílica, algunos otros comenzaron el viaje de vuelta a sus hogares acompañados por la bendición de la Virgen de Guadalupe.