El 15 de septiembre la liturgia de la Iglesia Católica celebró la memoria de Nuestra Señora de los Dolores, popularmente conocida también como la Dolorosa. Fue el Papa Pío VII quien desde 1814 la declaró fiesta litúrgica para toda la Iglesia. Esta devoción tiene una gran difusión entre los fieles. La memoria litúrgica resalta al menos 2 aspectos importantes; por una parte, se hace referencia al misterio del Dolor de María Junto a la Cruz, representando el dolor de una madre que presencia impotente el desprecio y la muerte de su hijo. En efecto, la virgen María, ve sufrir y morir a su hijo Jesús al pie de la cruz (Jn 19, 17-30), lo recibe muerto en sus brazos después de haber sido bajado de la cruz (Mc 15, 42-46) y, por último, lo sepulta (Jn 19, 38-42). El otro aspecto de la memoria litúrgica, hace referencia a diferentes episodios de la vida de Jesús que también causaron mucho dolor a la Virgen María: El primero fue la profecía del anciano Simeón quien le reveló: “y a ti una espada te atravesará el alma”. El segundo episodio fue la huida a Egipto para salvar al niño Jesús de la ejecución que el rey Herodes había ordenado para todos los niños menores de 2 años con la intención de matar a su hijo (Mt 2, 13- 15). El tercer episodio fue el momento de la pérdida de Jesús y su reproche cuando lo encuentran en el templo (Lc 2, 41-50). Otro momento muy doloroso para María fue el hecho de encontrar a su hijo cargando la cruz camino al calvario después de haber sido azotado y desfigurado por los soldados (Lc 23, 27). El 15 de septiembre también, celebramos en nuestro país el grito de Dolores. Se trata del acto cívico con el que los mexicanos recordamos el inicio de la guerra de independencia. La tradición mexicana evoca el llamado que el cura Miguel Hidalgo y Costilla acompañado de otros insurgentes, hizo a sus feligreses para levantarse en armas contra la corona española la madrugada del 16 de septiembre de 1810, para ello tocó las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. El grito de independencia que resuena en todos los lugares donde hay mexicanos, es también hoy el grito de Dolores en otro sentido, nos referimos a los dolores, las tragedias y los agravios que el pueblo mexicano sufre debido a la alta deuda social que se tiene con él. Nos duelen los miles de desaparecidos, las madres que buscan desesperadamente a sus hijos y que no saben qué ha sucedido con ellos. Nos duele el problema tan delicado de la inseguridad que ha creado muchas víctimas, y ha sembrado luto y dolor en diferentes familias. A pesar de los esfuerzos realizados, no se ha logrado erradicar o disminuir este flagelo. Se necesita combatir la violencia mediante una buena estrategia y promover la cultura de la vida para que cualquier persona pueda desarrollarse íntegramente en todas las etapas de su vida, desde la niñez hasta la ancianidad. Nos duele la pobreza que vivimos en este País. Somos una nación muy rica, pero hemos tenido muy malos administradores. El campo está abandonado, lo que produce la gente tiene poco valor, existe desempleo… se necesita crear inversiones y crear oportunidades para que la gente no sólo sobreviva, sino viva con dignidad. Nos duelen los signos de la corrupción y la impunidad. En administraciones pasadas hubo desvíos de los recursos públicos, estamos pagando el precio de la corrupción y del abuso de algunos servidores públicos. Nos duele el Sistema de Salud tan precario que tenemos. Mucha gente se muere porque no tiene ni siquiera los servicios básicos para atenderse. Nos duele además que la vida se desprecie. El tejido social se ha ido dañando a causa del egoísmo humano y de las ambiciones desmedidas. Consideramos que debemos seguir promoviendo el respeto y la defensa de la vida en todas sus etapas, el cuidado de la familia natural y el derecho de los padres en la educación de sus hijos. Nos duelen los niveles de educación que tenemos. Se requiere mejorar la cobertura educativa del nivel medio superior para que nuestros jóvenes tengan las herramientas necesarias para su desarrollo y mayores oportunidades. Tenemos altos niveles de deserción escolar y por otras pocas ofertas de universidades públicas para la formación del talento veracruzano. Nos duelen los excesos en contra de la ecología y el medio ambiente. Necesitamos cuidar nuestros recursos naturales (agua, flora y fauna), observamos con preocupación que se han aprobado algunos proyectos que tienen impacto ambiental (mineras e hidroeléctricas), pareciera que se favorece la instalación de empresas que sólo buscan sus intereses económicos a costa del bien de las comunidades locales. Hacemos votos para que estos dolores de nuestro pueblo encuentren pronto una solución integral para que México tenga vida digna. |