El vocero de la arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, lamentó que en Hidalgo se “permitirá” asesinar a los niños que están en el vientre materno hasta la semana número 12.
Y es que luego de que el pasado 30 de junio, el Congreso de Hidalgo aprobara una iniciativa promovida por diputados morenistas para legalizar el aborto, ahora, con la ley en la mano, una madre tendrá todo el apoyo para aniquilar a su propio hijo.
“Esto es una muy mala noticia que enluta y llena de vergüenza a nuestro país. Las dictaduras también están llegando a los congresos y no escuchan razones ni atienden la voluntad de la población”.
El proyecto de decreto reforma los artículos 154, 155, 156, 157 y 158 del Código Penal para el Estado de Hidalgo, así como modificaciones y adiciones a la Ley de Salud para el estado.
Establece que el Aborto debe estar garantizado por parte del Gobierno de ese Estado en los centros de reinserción social.
El dictamen señala también que las instituciones públicas, privadas y sociales que presten servicios de Salud en Hidalgo deben proveer el aborto de forma “gratuita”, en condiciones de “calidad” y salubridad para las mujeres.
“La aprobación estuvo llena de irregularidades y de mentiras. Es un abuso y una aberración que se tenga que acudir a actos ilegales e irregulares para imponer una agenda de muerte. Es una pena que a través de falacias disfracen la cruda realidad del abominable crimen del aborto”, expresó Suazo Reyes.
Dijo que sabe que las comisiones encargadas de aprobar el dictamen que se sometería a votación ese día en el pleno no lograron emitirlo en tiempo y forma, por lo que legalmente no se podía llevar a la votación; además de que en el orden original de la agenda del día no se encontraba dicha iniciativa, al parecer se modificó de última hora “y se incluyó en forma sospechosa”.
Lamentó que en la sesión hubo señalamientos que evidenciaron que no se respetó la ley orgánica del Congreso ya que el proyecto de ley no se había turnado a las comisiones correspondientes y más bien había prisa por querer votar el tema.
“Lo cierto es que hubo oídos sordos y se aplicó la aplanadora. Como si la verdad se construyera por votaciones y por decretos”
Por otra parte, los diputados morenistas pasaron por encima de la voluntad popular pues la gran mayoría de los hidalguenses no quieren el aborto.
“El pueblo hidalguense se manifestó en contra de la legalización del crimen horrendo del aborto a través de miles de firmas, manifestaciones en la calle y en las redes sociales, incluso en el mismo Congreso, donde los diputados que estaban analizando el caso terminaron escondiéndose de la gente para torcer la ley y terminar imponiendo esta agenda de muerte”.
Por ello, lamentó dicha imposición de la cultura de la muerte. “Quienes promueven este tipo de iniciativas asesinas solo aumentan las condiciones para que haya más víctimas, más muertes y más derramamiento de sangre inocente”.