Por medio del programa “Con Raíces Veracruzanas”, la dirección general de Atención a Migrantes, ha logrado reunir a 69 madres y padres mayores de 60 años, con sus hijos que radican desde hace varias décadas en Estados Unidos, así lo informó el titular de la dependencia, Carlos Enrique Escalante Igual.
En entrevista, explicó que el programa apoya a los padres de familia a tramitar su visa, para que se puedan reunir con sus hijos, quienes se fueron a perseguir el “sueño americano” y no han vuelto a la entidad.
“Con este programa les ayudamos a los padres mayores de 60 años a tramitar la visa B1 o B2 que otorga el Gobierno de Estados Unidos y nosotros somos el aval junto con las asociaciones en Estados Unidos para que les puedan otorgar estas visas y reencontrarse con sus hijos (…) El año pasado hicimos 69 visas”, expresó.
Reconoció que aunque este año se tenía programado lograr al menos 500 visas, la pandemia detuvo las citas en la embajada. Pese a ello, la Dirección recibió más de 750 solicitudes.
“Tenemos 750 solicitudes, tenemos 350 citas para ir a la embajada, pero nos han cancelado tres veces las citas en la embajada, la primera cita era en marzo, luego que en mayo y después de junio, ahora que para octubre, noviembre y diciembre y ahorita nos cambiaron para febrero”, dijo.
El funcionario, admitió que si bien el pago de la visa y el transporte a Estados Unidos corre por cuenta del hijo a visitar, el Gobierno del Estado se encarga de hacer las citas a la embajada, llevar a los padres y funcionar como aval, lo que les da un trato preferencial para tramitar el documento.
Para poder ser beneficiario se deben cumplir ciertos requisitos, especialmente el no tener algún récord migratorio en los Estados Unidos, como el hecho de haber sido deportados o cometido algún delito allá; además, no importa la condición migratoria del familiar a visitar.
Finalmente, mencionó que el programa ha sido muy satisfactoria, especialmente porque se logra cumplir el sueño de los adultos mayores, quienes sufrieron por años la ausencia de sus hijos, pero que logran verlos una vez más.
“El año pasado llevamos a la zona de Alabama a un grupo de 22 personas mayores de 60 años a ver a sus hijos y realmente es muy gratificante, llegas y te enteras historias que te nutren de alegría, como el de una señora que tenía 30 años de no ver a su hijo, son cosas impresionantes”, concluyó.