Arturo Velázquez Ruiz, académico de la facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV), lamentó que, hasta el momento, quienes han estado al frente de la Dirección General de Tránsito y Seguridad Vial del estado no han tenido la visión de regular el transporte público y sólo se han dedicado a otorgar concesiones.
Entrevistado en el estudio de Sin Muros, aseguró que este tema ayudaría, en mucho, a mejorar la movilidad urbana de la capital, sin embargo, no se han querido invertir los recursos necesarios, ni se ha tenido la voluntad política para llevarlo a cabo.
El especialista explicó que los problemas viales en Xalapa han sido ocasionados, en parte, por el crecimiento desordenado, donde se han creado desarrollos inmobiliarios que no cubren todas las necesidades de la población, por ejemplo, escuelas, iglesias, supermercados, entre otras.
A esto se suma el hecho de la falta de conectividad que tienen eso nuevos desarrollos, es decir, no hay accesos suficientes y termina habiendo grandes concentraciones vehiculares, tal es el caso de Las Trancas.
“Además, no tenemos un trasporte púbico eficiente, las rutas están desconectadas entre sí, cada concesionario maneja las rutas como quieren y con las paradas que les convienen. La dirección encargada del área debería generar una mayor relación entre concesionarios, en favor de la población”.
Velázquez Ruiz recalcó que se está en un momento idóneo, pues a nivel municipal y estatal convergen gobiernos emanados de un mismo partido; aclarando que no es necesario hacer grandes inversiones en infraestructura, como pasos a desnivel o distribuidores viales, sino que basta con tener una visión más amplia del problema.
Destacó que entre los beneficios de una adecuada movilidad urbana están: disminución de tiempos de desplazamiento, calidad de vida de los habitantes (tiempos excesivos de traslado generan estrés), mejoras ambientales, se gasta menos energía, menor uso de combustible y menos emisiones de contaminantes.
Finalmente, dijo que en México las personas que se mueven en vehículos particulares tan sólo llegan al 20 por ciento, con una ocupación de la unidad de apenas 1.2 o 1.3, es decir, en un espacio para 5 personas, máximo lo ocupan 2; allí la necesidad de que las autoridades cambien de enfoque y comiencen a darle más relevancia al transporte público y al peatón.