El auditor general del Órgano de Fiscalización Superior en el Estado (Orfis) reconoció que los actos de corrupción que lastiman y retrasan el bienestar de los ciudadanos no debieran existir si el servidor público cumpliera cabalmente con la normatividad que rige su ámbito de actuación y si se condujera éticamente en el desempeño de su función, sin embargo, por desgracia todavía hay servidores públicos que actúan contrario a esos principios.
De ahí que se tengan que promulgar leyes como la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción, añadió durante su mensaje semanal.
Consideró que sociedad y gobierno unidos en un frente común para que los recursos públicos se apliquen a los fines y objetivos a los que están destinados, harán que los niveles de vida de los veracruzanos sean los adecuados y se abata el rezago social y la pobreza extrema.
“No estaremos satisfechos de nuestra labor hasta que dejemos de ver niños y niñas trabajando, en vez de dedicarse a estudiar y a jugar en sus tiempos libres, y a personas de la tercera edad también laborando, en lugar de dedicarse a disfrutar y a descansar, viviendo de su pensión digna y decorosa que les permita cubrir sus necesidades sin preocupaciones”.
Por ello, resaltó la importancia del Comité de Participación Ciudadana dentro del Sistema Estatal Anticorrupción, que el miércoles de la semana pasada quedó instalado.