Tras la masacre del bar Caballo Blanco, delincuentes aprovecharon la situación para amenazar a comerciantes de las dos fayucas, ubicadas en la avenida Corregidora con Malpica en el centro de Coatzacoalcos, así como a otros negocios, entregándoles un volante con amenazas de que quemarían sus casas y negocios.
Testigos informaron que eran dos sujetos que estuvieron repartiendo los volantes durante la tarde del lunes, por cada uno de los locales comerciales.
Indicaron que los dos delincuentes iban caminando con temor entregando las amenazadas, supuestamente, por parte de un cártel de la delincuencia organizada que opera en la zona, con un número telefónico para que llamaran y llegaran a un acuerdo.
Ante esta situación los afectados se comunicaron con la Marina, pero ya no localizaron a los dos sujetos.
Otros de los casos que se están registrando tras el ataque al bar Caballo Blanco, son las llamadas de extorsión, donde mencionan que si no pagan dinero les quemarán sus casas, ocasionando pánico entre la población.
A través de las redes sociales se difundió el mensaje tras recibir los volantes de amenaza en la fayuca:
“Buenos días.
Quisiera hacer público lo que estamos viviendo los comerciantes en Coatzacoalcos.
Este fin de semana varios locales fuimos abordados por hombres que nos repartieron notas con amenazas, no sé qué esperan las autoridades de Coatzacoalcos para intervenir, la ciudad poco a poco se está convirtiendo en un pueblo fantasma, nosotros como comerciantes que ganamos el dinero honradamente también nos tenemos que partir la madre para mantener a gente sin escrúpulos por miedo a ser dañados o a nuestras familias.
No sólo los grandes locales son víctimas de extorsión y cobro de piso, los minoristas del centro tenemos que soportarlo todos los días, no se dan a conocer los levantones que sufrimos y las cantidades exageradas de dinero que nos piden porque estamos más expuestos a que nos desaparezcan y no volvamos a ver a nuestras familias.
Desgraciadamente tengo que alzar la voz entre las sombras pero ya es justo que todos se enteren, somos gente honrada y trabajadora que tenemos que mantener a nuestras familias y a los del cartel.
Hablo por todos los comerciantes del centro de Coatzacoalcos que sufrimos esto” (sic).