El regueatonero puertorriqueño Farruko fue sentenciado a tres años de libertad condicional, tras ser acusado por no declarar 51 mil 802 dólares en efectivo (992 mil pesos mexicanos, aproximadamente) ante la aduana en el aeropuerto de San Juan, Puerto Rico, a su llegada a la isla el 2 de abril de 2018.
La probatoria impuesta por el juez del Tribunal federal de San Juan, Gustavo Gelpí, significa que Farruko ostenta una libertad condicional que está sujeta a la supervisión del tribunal por medio de un técnico de servicio socio-penal ante quien el convicto tiene que comparecer periódicamente.
“Agradecido con Dios. El fiscal fue súper flexible. Tomó en cuenta muchos factores que son realidad, de que no soy lo que mucha gente cree de soy”, expresó Farruko a los periodistas a su salida del tribunal.
El artista reconoció que el caso le ofreció “mucha” enseñanza en su vida.
“Fue más lo que aprendí y que me benefició que lo que me trajo en contra”, indicó Farruko, quien fue acompañado en la sala por su padre, por quien el artista sostuvo sentirse avergonzado por ponerlo en dicha situación.
“La familia lo es todo”, aseguró Farruko, quien aprovechó la oportunidad para agradecer a sus seguidores por el apoyo que recibió.
“Obvio no quisieran ver lo malo de mí, sino lo bueno, que me levanté y que salí por la puerta ancha”, puntualizó.
Gelpí, a su vez, pidió la confiscación de 41 mil 802 dólares del monto que Farruko trajo en aquella ocasión, le exigió someterse a exámenes de drogas durante su probatoria y lo obligó a que cooperara con el Servicio de Rentas Internas por el dinero confiscado.
“Me siento arrepentido de lo que hice y estoy aquí para asumir las consecuencias como todo un caballero”, sostuvo frente al juez Carlos Reyes Rosado, nombre verdadero del artista, previo a su sentencia.
El intérprete urbano le imploró al juez Gelpí, previo a la determinación, que tomara en consideración que además de su familia, también dependen de él sus empleados, quienes sufrirían las consecuencias, pues se quedarían sin trabajo.
“Sirvo mejor afuera que estando adentro”, aseguró Farruko al juez, al tiempo en que dijo que esta experiencia se había convertido en “una positiva”, porque se consideraba un mejor padre y se mantiene más cercano a su hogar.
En su defensa, el juez Gelpí indicó que el dinero incautado a Farruko no era producto de narcotráfico y que el artista proviene de una familia trabajadora, que trabaja desde que tenía 17 años, se graduó de la escuela y que nunca había tenido problema con las autoridades.
Farruko se había declarado culpable de sus actos en marzo pasado.
(Tomado de López Dóriga)