El presidente López Obrador firmó este martes un decreto que “prohíbe la circulación y comercialización de los nuevos productos de tabaco conocidos popularmente como vapeadores y cigarrillos electrónicos”, indicó el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
El nuevo decreto ya no solo prohíbe la importación y exportación de estos productos sino la circulación y la comercialización, afirmó el funcionario.
El documento fue presentado durante el Día Mundial sin Tabaco con la presencia en Palacio Nacional del representante de la Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) en México, Miguel Malo Serrano, quien además entregó un reconocimiento a López Obrador por el control del consumo de tabaco durante su administración.
El reconocimiento fue emitido por el director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
De acuerdo con el informe de este martes del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, los vapeadores y cigarrillos electrónicos son “artefactos, aditamentos, dispositivos electrónicos que en vez de quemar el tabaco para que las personas adictas y consumidoras respiren humo de la planta, lo vaporiza cuando se encuentra en fase sólida”.
Los vapores liberados por un mecanismo electrónico e inhalados después por los consumidores provienen de las distintas sustancias aditivas y tóxicas que son extraídas del tabaco y colocadas en un líquido aceitoso.
Las sustancias que calienta pueden, o no, contener nicotina y sabores adicionales.
Ante los esfuerzos por reducir el consumo de productos convencionales de tabaco, la industria que maneja este producto ha recurrido a una estrategia que consiste en trasladar la adicción a países con menor fuerza para regular su consumo, además de reclutar potenciales adictos en edades más tempranas, amenazando a la niñez y a la adolescencia, detalló López-Gatell.
“Desde edades muy tempranas, niñas y niños de primaria empiezan a explorar productos de tabaco”. La industria realiza esto “de una manera abierta, grosera y con discurso engañoso porque los productos están diseñados para atraer la atención de los niños”, señaló.
Esto a través de la publicidad con colores atractivos, figuras infantiles alusivas, la elaboración con saborizantes frutales, dulces o de tabaco que vuelven apetecibles sus productos y la producción de sensaciones.
El funcionario desmintió dos de los mitos promovidos por los comerciantes de estos productos electrónicos.
El primero es que no es una alternativa al cigarro pues las sustancias que contiene el humo producido los cigarrillos electrónicos y vapeadores también son dañinos a la salud.
El segundo es que no es una medida útil para dejar de fumar pues los vapeadores inducen la adicción al tabaco, generando así una epidemia dual de vapeo y de consumo de productos convencionales.
Los vapeadores afectan a múltiples grupos de población de diferentes maneras, siendo los menores de edad, las personas jóvenes, los adultos y las mujeres embarazadas los más afectados.
Entre las consecuencias de su uso se encuentra el aumento de probabilidad de fumar tabaco, el riesgo de adicción y la contaminación adicional, causando daños por tabaquismo de segunda mano, indicó López-Gatell.
En México existe el 45 por ciento de jóvenes conoce de los vapeadores y por el momento 6.5 por ciento lo han probado alguna vez, esto desde los 7 años de edad.