Diversas investigaciones alrededor de la Iglesia Católica en el mundo han arrojado evidencias contundentes sobre abusos sexuales, al respecto el Centro Católico de Multimedial (CCM) señaló que en la iglesia mexicana la realidad es similar y recientemente el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, admitió que ocho obispos mexicanos estarían bajo investigación por el presunto encubrimiento de delincuentes sexuales.
Según Coppola, en los “últimos años” se denunciaron a 328 sacerdotes y de estos, 134 fueron hallados como delincuentes seriales. Antes de la aparición del Informe Sauvé, el nuncio Coppola dijo que “no hay estadísticas generales para saber cuánto es; seguramente es una muy pequeña parte, pero gravísima de todas maneras”.
Detalló que aunque se han pretendido dar cifras de los abusos, la realidad es que la Iglesia mexicana no tiene bases contundentes que den una radiografía precisa del problema.
“La desarticulación entre instancias diocesanas, religiosas y la libre discrecionalidad de algunos de los obispos son algunos de los problemas que impiden un diagnóstico, además de que la justicia canónica es un “elefante reumático” cuya opacidad es el principal elemento para llegar a la verdad”, precisó.
Además, añadió que sin una colaboración efectiva con autoridades civiles y penales, a esto se suma la impunidad en la que viven muchos delincuentes alojados en congregaciones religiosas bajo el fuero del encubrimiento que los obispos no pueden tocar.
Ante ello, destacó que no basta decir “es devastador” el problema de encubrimientos sexuales en la Iglesia Católica, sino realizar acciones en contra de este delito.
En su editorial publicada el día de hoy, el Centro Católico recordó que tras la liberación del Informe Sauvé en Francia ordenado por la Conferencia Episcopal Francesa tuvo su antecedente en 2018 cuando los obispos y religiosos franceses dieron la comisión a Jean-Marc Sauvé, vicepresidente honorario del Consejo de Estado.
Destacó que la investigación independiente para conocer la realidad de los abusos sexuales en la Iglesia Católica tiene tres objetivos: conocer los hechos, comprender lo sucedido y prevenir la repetición de esos delitos.
“Ese voluminoso documento de casi dos mil páginas derivó en más de 40 recomendaciones a la Iglesia francesa para impedir y prevenir la comisión de delitos y abusos sexuales.
"Las cifras son escandalosas como controvertidas: en los últimos 70 años en Francia, hubo entre 2 mil 900 y 3 mil 200 pederastas que abusaron de 216 mil menores entre 1950 y 2020, cifra que asciende a 330 mil al tomar en cuenta a los empleados y colaboradores laicos involucrados en delitos semejantes”, se lee.