La caída de 45.8 por ciento en la producción de petróleo de México durante los últimos 14 años es el más grande desplome entre los principales países productores de petróleo del mundo. Ni siquiera naciones que padecen severos problemas políticos y económicos, como Venezuela y Nigeria, han tenido un desplome de ese tamaño en dicho lapso de tiempo. La producción venezolana se redujo 41.8% y la nigeriana 22.8%.
En 2004 (sexenio de Vicente Fox) Pemex registró la mayor extracción de crudo en su historia, al producir un promedio de 3 millones 382 mil 900 millones de barriles diarios. En ese año se echaron a andar nuevos desarrollos de campos petrolíferos en el Golfo de México, como Ku-Maloob-Zaap, Crudo Ligero Marino y Lankahuasa, que junto a Cantarell permitieron dicha producción.
En ese año, México era el sexto productor de crudo en el mundo, solo por debajo de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, China e Irán.
La situación actual es drásticamente diferente. En 2018 solo se produjo, en promedio, un millón 883 mil 300 millones de barriles por día, el peor registro desde hace 38 años.
El mayor pozo petrolero del país, Cantarell, pasó de producir 2 millones 136 mil 400 millones de barriles diarios en 2004, a solo 161 mil barriles en el año pasado, y ahora la empresa productiva del estado ocupa el lugar 12 en el ranking de productores mundiales.
Otras naciones que producían menos petróleo en 2004, como Brasil y Canadá, ahora superan la producción de la empresa, y Estados Unidos tiene una extracción mayor a la mexicana en una proporción de casi 6 a 1.
Hace 14 años, la producción de Pemex superaba a la brasileña por 1.9 millones de barriles diarios y a la canadiense por un millón, pero actualmente el país sudamericano genera más de 750 mil barriles diarios que la paraestatal y la nación norteamericana la supera por 2.3 millones de barriles diarios.
El rezago internacional de Pemex se observa en otra comparativa: en 2004 Estados Unidos producía 2 millones de barriles diarios más que México; para 2018 la diferencia entre ambos países se incrementó hasta 10.1 millones de barriles. Mientras que Estados Unidos vive el mayor récord de extracción en su historia, en el país se registró el peor índice en casi cuatro décadas.
La falta de inversión en nuevos proyectos de extracción ha minado la capacidad de la petrolera nacional, que tan solo en el sexenio de Enrique Peña Nieto tuvo que pagar alrededor de 3.5 billones de pesos por concepto de impuestos y derechos que se ocuparon para subsanar la cuenta pública del país año con año.
En septiembre pasado, Pemex anunció que necesita invertir por lo menos 4 mil millones de dólares en exploración petrolera para revertir un declive de 14 años en la producción. El entonces jefe de Exploración de la empresa, José Antonio Escalera, señaló que 2 mil 500 millones de dólares deberían provenir de la petrolera y los mil 500 millones restantes de empresas privadas.
Con el cambio de gobierno, la fórmula de Escalera quedó fuera del panorama: la Secretaría de Hacienda y Crédito Público anunció en enero pasado que implementará diversas acciones enfocadas a aligerar la carga tributaria de Pemex, con el fin de incentivar nuevos programas de exploración y producción de crudo.
Entre las medidas está incrementar el límite para la deducción de los costos relacionados con proyectos en la materia de forma anual para un volumen de producción existente de alrededor de 90 mil barriles por día. Con esta medida se espera liberar alrededor de 11 mil millones de pesos anuales, hasta alcanzar los 66 mil millones de pesos adicionales en inversión durante el sexenio.
En el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto se invirtieron 187 mil 366 millones de pesos en Pemex, una cifra muy inferior a la que se registró cuando Felipe Calderón dejó la presidencia en 2012, la cual fue de 377 mil millones de pesos.
La falta de inversión en Pemex derivó en que la perforación de pozos petroleros y los pozos terminados cayeran, ambos, 77 por ciento de 2004 a 2018.
Las previsiones para este año no presentan un mejor panorama: en enero la extracción de crudo promedió solo un millón 641 mil barriles diarios, una cifra muy cercana a la que se producía en 1979 (1 millón 461 mil), hace 40 años.