La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) reservó hasta el final del sexenio las comunicaciones de radio entre la torre de control del Aeropuerto Internacional de Puebla y el helicóptero en el que falleció la gobernadora Martha Érika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, al considerar que su difusión “afectaría el interés público y la seguridad nacional” y generaría molestia entre los países que colaboran en la investigación del caso.
En respuesta a dos solicitudes de información mediante la Ley Federal de Transparencia, la Dirección de Análisis de Accidentes e Incidentes Aéreos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) confirmó que existe una grabación de las comunicaciones piloto-torre del último vuelo del helicóptero XA-BON y que ésta se encuentra integrada en el expediente de la investigación sobre el siniestro en el que perdieron la vida cinco personas el 24 de diciembre de 2018.
Sin embargo, impuso una reserva de cinco años a su difusión, para lo que invocó razones de seguridad, interés público y la Ley de Aviación Civil. De manera diferente a como se actuó en los accidentes de los secretarios de Gobernación Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora —en los que, a pesar de contar con colaboración extranjera, se revelaron versiones públicas de las comunicaciones en las semanas posteriores a sus decesos—, el gobierno federal consideró que en esta ocasión incluso se violentarían tratados internacionales de darse a conocer los audios de los últimos momentos del vuelo en el que perecieron Alonso y Moreno Valle.
“La información requerida se encuentra contenida en el expediente del accidente aéreo de la aeronave identificada con la matrícula XA-BON. No obstante, hago de su conocimiento que la información en referencia no puede ser proporcionado (sic) toda vez que la misma forma parte de la investigación y se encuentra clasificada como reservada”, advirtió la DGAC en respuesta a la solicitud 9000029919, presentada por MILENIO en enero pasado.
Más aún, la dependencia federal advirtió que dar a conocer públicamente las comunicaciones entre el helicóptero y los servicios de control aéreo generaría “pérdida de confianza de los países participantes en una investigación, afectando futuras investigaciones” conjuntas con instancias como la Federal Aviation Authority, de Estados Unidos, y la Transport Safety Board, de Canadá.
La Dirección General de Aeronáutica Civil también rechazó dar a conocer el minuto exacto en el que se dio la última comunicación entre el helicóptero XA-BON y el controlador aéreo en el aeropuerto Hermanos Serdán, al que se debió informar, al menos, del plan de vuelo. Esta información, que puede revelar si la emergencia en la aeronave fue súbita o escaló poco a poco, también quedó reservada por cinco años.
En los casos de los secretarios de Gobernación fallecidos en accidentes aéreos durante el sexenio de Felipe Calderón, la SCT determinó en su momento dar a conocer transcripciones de las grabaciones en versión pública en un plazo de semanas, aun cuando también se estaba colaborando con autoridades de Estados Unidos en ambas investigaciones.
De estas comunicaciones entre piloto y torre se desprendieron elementos adicionales que ayudaron a esclarecer las causas de ambos siniestros: se despejaron dudas sobre si se trataba de un accidente o un hecho intencional, y se revelaron detalles detrás de las decisiones erróneas de sus respectivas tripulaciones, como acercarse más allá de lo permitido a un avión de mayor tamaño —caso Mouriño— o volar en un banco de niebla —como ocurrió con Blake.
LAS PETICIONES
El pasado 24 de enero, al cumplirse el primer mes del accidente en el que fallecieron Alonso y Moreno Valle, MILENIO solicitó a la Comunicaciones y Transportes dos elementos: el minuto exacto entre las 14:30 y 14:40 horas en que se registró la última comunicación del helicóptero siniestrado y una versión pública de las conversaciones entre el piloto Roberto Coppe y su controlador aéreo, grabación y dato que está en los servidores de la Torre de Control del aeropuerto Hermanos Serdán en Puebla. Si bien la aeronave no contaba con caja negra, las comunicaciones sobre entradas y salidas de un helicóptero deben grabarse en la torre.
Se trata de comunicaciones entre una y otra parte en las que se tiene que incluir la solicitud de permiso para despegar, el helipuerto desde el que se dio el despegue, la autorización de la torre para tomar vuelo, los momentos iniciales del traslado del helicóptero Augusta A-109, la altitud tomada y, en caso de haberse suscitado un desperfecto, la declaratoria de emergencia.
A decir de pilotos consultados, si la emergencia no fue súbita, Coppe Obregón debió haber avisado a la torre de control radiando un mayday, el cual tendría que estar grabado. En caso contrario, si el incidente mediante el cual perdió el control de la aeronave fue inmediato, “quizá no tuvieron tiempo de avisar”, estimó Heriberto Salazar, presidente del Colegio de Pilotos Aviadores.
En cualquier escenario —emergencia súbita o paulatina—, la grabación en poder de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes puede ayudar a despejar parte de las dudas.