El Papa Francisco calificó como injustas las leyes que criminalizan la homosexualidad, que Dios ama a todas las personas como son y les dijo a los obispos católicos que reciban a las personas de la comunidad LGBTQ en la Iglesia.
"Ser homosexual no es un delito", afirmó el sumo Pontífice en una entrevista con la agencia de noticias AP y añadió que hay obispos que apoyan las legislaciones que penalizan o discrimina a la comunidad LGBTQ.
Aunque señaló que las actitudes de los prelados se deben a sus propios contextos culturales, por ello deben pasar por un proceso de conversión para reconocer la dignidad de todos.
Hay unos 67 países en todo el mundo que penalizan las relaciones sexuales consensuadas entre hombres del mismo sexo y 41 criminalizan a las mujeres, donde 11 naciones pueden ejecutar la pena de muerte, según datos de The Human Dignity Trust.