Naciones en toda Europa están dando pasos para reimponer medidas más severas a fin de frenar un rebrote de infecciones de COVID-19 desatado por la variante ómicron del coronavirus, entre ellos un nuevo confinamiento nacional declarado por el gobierno de Holanda.
Escuelas, universidades y todos los negocios no esenciales, bares y restaurantes en Holanda deberán cerrar hasta el 14 de enero a partir del domingo, anunció el sábado el primer ministro interino holandés, Mark Rutte.
Los residentes del país solamente podrán recibir a dos visitantes, a excepción de para la Navidad y el Año Nuevo, cuando se permitirán cuatro, dijo.
“Holanda entra en confinamiento de nuevo a partir de mañana”, afirmó Rutte. Añadió que la decisión era “inevitable debido a la quinta oleada causada por la variante ómicron, que se nos viene encima”.
Países europeos endurecen medidas sanitarias
Antes del anuncio holandés, gobiernos alarmados en Francia, Chipre y Austria endurecieron las restricciones a los viajes. París canceló su espectáculo de fuegos artificiales de fin de año. Dinamarca cerró teatros, salas de conciertos, parques de diversiones y museos. Irlanda impuso un toque de queda para bares y limitó la concurrencia a eventos, tanto en interiores como al aire libre.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, reiteró la preocupación oficial sobre el aumento de los casos y su potencial de abrumar el sistema de salud pública. El sábado declaró la existencia de un “incidente mayor”, un paso que les permite a los concejos locales en la capital coordinarse más estrechamente con los servicios de emergencia.
El primer ministro irlandés, Micheál Martin, capturó el sentir del continente en un discurso a la nación, en el que dijo que las nuevas restricciones eran necesarias para proteger vidas y sustentos del renaciente virus.
“Nada de esto es fácil”, dijo Martin el viernes por la noche. “Todos estamos exhaustos con el COVID-19 y las restricciones que requiere. Los giros y curvas, las decepciones y frustraciones están cobrando un saldo difícil sobre todos, pero la realidad es que estamos lidiando con eso”.
La Organización Mundial de Salud reportó el sábado que la variante ómicron del coronavirus ha sido detectada en 89 países y que los casos de COVID-19 relacionados con la variante están aumentando al doble cada 1.3 a 3 días, en lugares con contagios comunitarios y no solamente por infecciones adquiridas en el extranjero.
Muchas preguntas sobre la variante ómicron siguen sin respuesta, incluida la eficacia de cada una de las vacunas existentes contra el COVID-19. Tampoco existen todavía datos concluyentes sobre otros detalles de la ómicron, como su severidad, dijo la agencia de salud.
En Reino Unido, donde los casos diarios confirmados se dispararon a cifras récord esta semana, el gobierno ha vuelto a imponer el requisito de que se usen mascarillas en interiores y ha ordenado a la gente que muestre prueba de vacunación o una prueba negativa reciente de coronavirus cuando trate de ingresar a clubes nocturnos y eventos de mucha concurrencia.