El presidente Donald Trump acusó el viernes al FBI y el Departamento de Justicia de hacer política “a favor de los demócratas y contra los republicanos”.
La máxima Conducción e Investigadores del FBI y el Departamento de Justicia han politizado el sagrado proceso investigativo en favor de Demócratas y contra Republicanos - algo que hubiese sido impensable hace poco tiempo. ¡Las bases son gran gente!”, tuiteó el presidente.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Trump permitirá la difusión de un memo confidencial preparado por los republicanos de la comisión de inteligencia del Senado, que acusa al FBI de aplicar tácticas de vigilancia abusivas al investigar la injerencia rusa en las elecciones de 2016. Con ello se prepara el terreno para un choque con Christopher Wray, el hombre escogido por Trump para encabezar el FBI después de despedir al director James Comey.
El Departamento de Justicia, cuya alta jerarquía también fue designada por Trump, exhortó a no difundir el memo porque podría afectar la seguridad nacional, mientras el FBI expresó sus “inquietudes graves” ante la falta de exactitud del memo.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que el Congreso probablemente recibiría la decisión de Trump el viernes y añadió que el presidente estaba de acuerdo con su difusión. Otro funcionario dijo que Trump probablemente desclasificaría el memo, pero que aún no se había decidido cómo hacerlo público. Las dos fuentes hablaron bajo la condición de anonimato por no estar autorizadas a informar sobre las deliberaciones reservadas.
El lunes, la Comisión de Inteligencia de la cámara baja resolvió difundir el memo -los republicanos votaron a favor, los demócratas en contra- y le dio a Trump cinco días de plazo para rechazar la difusión. Sin embargo, Trump también tiene el poder de desclasificar el documento y difundirlo, o bien encomendar su difusión al Congreso. Uno de los funcionarios de la Casa Blanca dijo que Trump lo desclasificaría y lo dejaría en manos del Congreso y que probablemente no se borrarían partes del documento.
Los funcionarios no estaban autorizados para comentar deliberaciones internas y hablaron con la prensa a condición de mantener el anonimato.