Semana y media después de la visita del papa Francisco a Chile, el pontífice comunicó que enviará al país latinoamericano al mayor experto en crímenes sexuales del Vaticano, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, para investigar las denuncias de víctimas sobre el caso de monseñor Juan Barros, señalado de encubrir al reverendo Fernando Karadima, condenado por abuso sexual de menores, informó ayer la Santa Sede.
El obispo Barros está acusado por las víctimas de haber callado los abusos repetidos del sacerdote Fernando Karadima, un influyente formador de obispos en Chile y a quien el Vaticano condenó en 2011 a “retirarse a una vida de oración y penitencia”, en un sonado caso que sacudió a la sociedad y a la Iglesia católica chilena.
El caso Barros acaparó los reflectores durante la gira del Papa a Chile entre el 15 y el 18 de enero pasado y las críticas hacia Barros se multiplicaron después de que estuviera presente en las misas que Francisco ofició en el país.
DENUNCIAS. Tras reclamos y denuncias sobre el silencio de Barros en los abusos a menores por parte de Karadima, el pontífice aseguró: “El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar”.
Ante la férrea defensa de Francisco a Barros, una de las víctimas del pederasta Karadima, Juan Carlos Cruz, publicó en su cuenta de Twitter: “Como si uno hubiera podido sacarse una selfie o foto mientras Karadima me abusaba a mí u otros con Juan Barros parado al lado viéndolo todo. Estas personas desde arriba están locos y el Papa habla de reparación a las víctimas. Seguimos igual y su perdón sigue siendo vacío”.
A raíz de estos reclamos, Francisco decidió enviar al arzobispo Charles J. Scicluna para recabar información y “escuchar a (víctimas) que han manifestado la voluntad de dar a conocer elementos que poseen” sobre el tema, señaló el Vaticano.
FISCAL. El arzobispo Charles J. Scicluna es el fiscal del tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encargado de investigar los delicta graviora, crímenes que la Iglesia considera más graves, cometidos contra la eucaristía, el secreto de confesión o los abusos sexuales perpetrados por el clero.
Scicluna fue el encargado de investigar en 2005 al reverendo mexicano Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, quien fue hallado culpable de abusos sexuales. Muchos medios aún lo llaman “el verdugo de Maciel”.
Scicluna no es ajeno a la controversia en torno a Barros en Chile, ya que jugó un papel clave en la condena de su mentor, el sacerdote Karadima, quien era párroco de uno de los barrios más exclusivos de Santiago y tenía poderosos contactos en Santiago.
EPISCOPADO. Fue en 2009 cuando Scicluna recibió en Roma al arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, quien le transmitió lo denunciado por los tres hombres que habían acusado a Karadima de abusos.
El caso de Barros podría sumarse a las más de 3 mil investigaciones canónicas contra sacerdotes que condujo Scicluna desde que llegó a Roma en 2001.
Por otra parte, el vocero de la Conferencia Episcopal de Chile, Jaime Coiro, dijo que será el arzobispo de Malta quien determinará “si existen elementos suficientes para iniciar una investigación (en contra de Barros)” una vez que haya “recopilado la información” de los denunciantes.