Este jueves 7 de diciembre, a partir de las 18:30 horas, los parques y calles del centro de Xalapa iluminarán con velas el camino del “Niño Perdido”.
Esta tradición huasteca llegó a esta capital veracruzana hace 24 años y rememora el pasaje bíblico en que el Niño Jesús se perdió en el templo.
Para iluminar su regreso se colocan estas ceras encendidas en la orilla de las calles, mezclando además una leyenda de origen huasteco que da origen a esta tradición característica de Tuxpan y Poza Rica.
La cita para participar de esta tradición es en los parques Bicentenario, Benito Juárez, Miguel Hidalgo (Berros); las avenidas Enríquez, Ávila Camacho, Atletas del Paseo de los Lagos; además de las rúas Paulino Martínez, Mártires de Xalapa y Venustiano Carranza.
Rosa Elena Ortega Zaleta, originaria de Tuxpan, fue quien arraigó esta tradición motivada por heredarla a sus nietos; primero colocando velas afuera de su casa, luego en su calle hasta que se extendió y atrajo a los habitantes de la huasteca que radican en esta capital.
“Fue para mostrarles esa tradición que de niña había vivido. Comenzamos a colocar las velitas afuera de mi casa. Las personas se asombraron porque se veía muy bonito y, al siguiente año, nos dijeron que llenáramos la calle. Así nos fuimos hasta que por iniciativa de una vecina salimos a Los Lagos, porque se iba a ver más y se publicitaría más la tradición”, narró.
Al cuarto año de celebrarla, Rosa Elena y su familia lograron iluminar el lago principal del Paseo de los Lagos y siguieron con el Parque de Los Berros, el María Enriqueta, el Juárez y ahora Bicentenario.
Esta luminosa tradición reúne a familias originarias de Cerro Azul, Papantla, Gutiérrez Zamora, Poza Rica y Tuxpan, Puebla, de la Ciudad de México y de esta capital.
“Se han unido a trabajar con nosotros en esta tradición. Las personas en Xalapa también se han sumado. Me dicen cuando llega diciembre si la vamos a preparar. Me he topado con los tuxpeños que son muy afectos a la tradición. Son muy participativos. Hay de Gutiérrez Zamora, de Álamo, Cerro Azul,” contó sobre este evento.
En Tuxpan el encendido de las ceras inicia a las 18:00 horas en el callejón del Niño Perdido, además los pequeños acostumbran llevar carritos de cartón y ahora de madera para “buscar al niño”.
“La luz es lo más trascendental en el ser humano. Lo más importante es mantener un objetivo que no sea político, meramente religioso y la costumbre huasteca”, dijo la precursora de esta costumbre en la capital.