Para la asesora autorizada por la Secretaría de Turismo Federal, María Clara Martínez Mora, ningún lugar turístico está exento de que en sus hoteles o moteles se cometa la explotación infantil y adolescente, es más ni siquiera la pandemia ha podido detener esta situación.
La entrevistada indicó que es bastante común, incluso más de lo pensado que personas cometan estos delitos donde su blanco es la explotación de los niños y adolescentes.
Asimismo señaló que México ocupa el primer lugar en pornografía infantil, donde un número aproximado de víctimas de trata, es de 378 mil, donde un 40 por ciento son menores de 18 años de edad, 151 mil 200 son niñas, niños y adolescentes.
“Es bastante común, más de lo que pensamos y creemos, desgraciadamente México ocupa el primer lugar en pornografía infantil y esto está muy relacionado con el turismo, porque son en hoteles donde se graban los videos, se toman las fotografías e incluso se realizan los en vivo”.
La entrevistada comentó que en lugares como Cancún es donde se registra la comisión de este delito, porque hay mucho turismo extranjero que sólo viene a eso: efectuar actos ilícitos con las niñas y los niños.
Comentó no tener casos en la entidad de que se estén utilizando los centros turísticos para la comisión de estos delitos, sin embargo no se duda que alguna persona hubiese cometido esta falta.
Por ahora, dijo que las empresas están conociendo este código y se están comenzando adherir y entonces realizan un protocolo de acción el cual dice cómo se va actuar si se presenta la sospecha de cierto caso.
Debido a esta situación, la Sectur Federal, creó este instrumento con la finalidad de que los prestadores de servicios, particularmente moteles y hoteles conozcan sobre el Código de Conducta Nacional para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, en el sector de viajes y turismo, pero sobre todo estén alertas de esta práctica delictiva.
Por último, comentó que el turismo internacional es quien más busca este tipo de prácticas, pero reiteró que en todo el mundo se presenta incluso hay “turistas” que viajan al interior del propio estado en busca de estos servicios.
De hecho comentó que a pesar de esta pandemia, los delitos no se detuvieron sino que continuaron y los infractores de la ley hasta buscaron nuevas formas para poderlo realizar.
“Como ya no podían juntar a las personas por el COVID-19, hacían en vivos en internet que era como la nueva forma y ponían a niños, personas enfrente de una cámara para ofrecer el servicio y cobrar”.