El presidente municipal de La Perla, Miguel Ángel Bautista García, reconoció que entre su pueblo ya existe mucha desesperación, ansiedad y estrés del confinamiento, pues ya van dos meses en el encierro y se han agotado los víveres y el dinero para la manutención.
“Mira la realidad es que la gente ya está desesperada, ha sido ya demasiado tiempo ya más de dos meses que hemos estado aquí y ya se empezó a notar que la gente, pues hay cierta desesperación ya por la cuestión del trabajo y la cuestión de que los niños vayan a la escuela y el encierro, es un mundo totalmente diferente al que estamos acostumbrados”.
Expuso que debido al confinamiento por la cuarentena, es lógico que las personas muestren síntomas de inquietud y estrés, pero se insistirá en que guarden la distancia cuando salgan a las calles a comprar víveres y los que nada tengan qué hacer, se queden en sus casas.
Dijo que buscarán las maneras de poder ayudar a las personas que no tienen trabajo, pues todas aquellas que se empleaban en Orizaba como trabajadoras domésticas pues ya no fueron contratadas, y se entiende que los “patrones” no quieren arriesgarse en su salud y la de sus familiares.
Asimismo comentó que al cerrarse las centrales de abasto como el mercado Jamaica y Las Torres de Puebla, muchos productores de follaje y flor se vieron afectados.
“Todo esto, realmente vino a permear demasiado la economía de las familias y pues esperemos que muy pronto ya cambie. Nosotros tomamos unas provisiones como siempre y tenemos por parte del DIF de dar apoyo alimentario, tenemos alrededor de siete mil apoyos alimentarios que paulatinamente se están distribuyendo”.
Dijo que esto cuesta más entregarlos por el fenómeno de la pandemia, pero no pueden exponer a la gente y por ello, personal del DIF está yendo hasta los domicilios para hacer la entrega.
Reconoció que es en la cabecera municipal donde se complicará mucho por el caso de COVID y se tiene que ir casa por casa, cuidando las medidas de sana instancia, de prevención, “pero la gente tiene que comer y tiene que tener algo en su casa, ahí tenemos a jovencitas y señoras que trabajaban como empleadas domésticas en Orizaba y la gente de Orizaba las desempleó por lo mismo, por su seguridad y las familias desempleadas están desesperadas por los niños y la economía, no pueden salir y nadie se emplea”.
Por eso, confirmó que muchas personas presentan cuadros graves de estrés y ansiedad de que no hay dinero en los hogares y “bueno esperemos que las estáticas de La Perla quede en uno y reforzar las estrategias para que los niños, jóvenes, adolescentes, los ancianos estén sanos”.