En el Hospital Regional de Río Blanco así como en los centros de Salud de la Jurisdicción Sanitaria VII, persiste la violencia obstétrica, denunció la abogada del Colectivo Feminista Cihuatlahtolli A.C., Luz María Reyes Huerta, quien dijo que de cada 10 mujeres o niñas que acuden a atenderse, unas tres son obligadas a parir y amamantar, luego de quedar embarazadas por una violación.
Manifestó que la violencia obstétrica es algo muy frecuente, sobre todo entre las menores y adolescentes, “desde que las obligan a parir por el método de parto normal cuando por la normatividad se supone que no debe de ser así, se le debe de practicar necesariamente una cesárea a la menor”.
Mencionó que el colectivo tuvo el caso de una menor de 12 años que fue obligada a parir de manera normal y a amamantar a su hijo a pesar de que ella no quería, porque era producto de una violación.
“Ya no hablemos de que no le practicaron la interrupción legal del embarazo sino de la violencia obstétrica a la que fue sometida”.
Indicó que desafortunadamente este problema es “el pan nuestro de cada día”, en los hospitales públicos. “Tenemos mayor conocimiento porque es la gente que llegan a nosotros, supongo que también habrá casos en los hospitales privados, pero es como más oculto el asunto”.
Aceptó que no se cuenta con una cifra o una estadística, sin embargo, se estima que de cada 10 mujeres que acuden atenderse al menos tres sufren algún tipo de violencia obstétrica y es “desde que te pongan el dispositivo sin tu consentimiento porque esa es otra modalidad y es muy recurrente”.