Con el cambio de gobierno, en el ámbito estatal y federal, las autoridades ambientales “se lavan” las manos, y el tema de la apertura de la isla Salmedina queda en el limbo.
Tras la fiesta que se realizó el pasado 25 de agosto en la isla Salmedina ubicada en el polígono del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, determinó, según sus investigaciones, una multa de 4 millones de pesos contra la persona que realizó la celebración en un área protegida, por los daños que se ocasionaron en el ecosistema.
Dicha multa fue calificada como irrisoria por parte de ambientalista, pues aunque se desconoce quién es el empresario que realizó la fiesta, se habla de que se trata de un acaudalado de la zona.
En la opinión del presidente de la Asociación Concientización Ambiental, José González Martínez, la multa asignada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, no remedian el daño ocasionado a las especies marinas.
Además, no especifica en qué tiempo debe cumplirse la multa y sobre todo el nombre del empresario se mantiene en el anonimato.
En tanto, Diego Cobos Terrazas, quien hasta el viernes se desempeñaba como delegado en funciones de la Profepa, aclaró que con la multa que se ejecutó, concluyó el proceso por parte de la dependencia federal.
Argumentó que la apertura de la isla Salmedina es una decisión que corresponderá a las nuevas autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conap).
Sin embargo, esta dependencia también tendrá nuevas autoridades, por lo que se tardarán unos meses en definir el procedimiento.
Dijo que si bien no se documentaron daños constitutivos de delitos penales, sí se cometieron graves infracciones administrativas que motivaron la sanción.
Asimismo, la multa de ejecutada, deberá ser cobrada por la Secretaria de Hacienda y acreditó Público a través del Sistema de Administración Tributaria (SAT)