Cientos de fieles católicos recibieron en la Catedral de San Miguel Arcángel, al cardenal Sergio Obeso Rivera, quien celebró la Eucaristía en los festejos del patrono de la Diócesis San Miguel Arcángel, que se celebrarán este sábado.
Acompañado del obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, efectuaron en punto de las 12:00 horas del día la misa en honor al santo patrono de la ciudad.
Amenizados por los miembros de la Orquesta Sinfónica de Orizaba al frente del maestro Armando Sacramento López Macip, y en compañía de más 50 sacerdotes de los decanatos de la Diócesis, el cardenal Sergio Obeso, dijo que celebró la misa tras haber sido honrado por el santo padre Francisco por el quehacer propio de un Cardenal.
“Lo hago en el ocaso de mi vida, si algo caracteriza mi vida es precisamente haber sido empleada al servicio del Señor, el dueño de la viña ha querido distinguirme con el trabajo que puso en mis manos”.
Así de esta manera, recordó que el sacerdocio lo recibió a los 23 años y a la fecha el pago que Dios le ha dado ha sido muy abundante en bendiciones.
“En el ocaso de mi vida, a la cuenta final me concede un privilegio que hoy pongo bajo el signo del servicio a su voluntad y me ha llamado a ponerme a su disposición totalmente en el servicio de la iglesia. Eso significa para mí que el Señor se haya fijado en mí y en mi insignificancia para darme la última gota de grandeza a esa espléndida sinfonía que suena a su servicio”.
Confesó que su vida pudiera representarse como una composición musical sería una espléndida sinfonía, “pero si pongo atención a mi respuesta apenas se alcanza hacer un corrido nacional culpa mía y no responsabilidad del Señor, por eso junto con el júbilo que preside esta asamblea porque para ser sincero sólo ha sido alcanzado a ser catalogada entre los corridos nacionales”.
Recordó que a los 23 años recibió el sacerdocio, a los 40 fue nombrado Obispo por lo cual lleva 47 años como prelado y dijo que han sido muy buenos para su vida y que llegó al Seminario a los 13 años.
Asimismo, agradeció a Dios que durante los primeros 13 años de su vida le concedió una familia en la que sus padres lo amaron a veces con exigencias y agradeció que fue llamado para estar en el Seminario y seguirse preparando en la Viña del señor; además de los 17 años que le concedió para ejercer la responsabilidad de colaborar en la vocación del sacerdocio y los años privilegiados en que fue desposado con la diócesis de Papantla y la confianza para ser formador en el Seminario y que durante estos 47 años de Obispo ha sido colmado de regalos al estar al Servicio del pueblo en Xalapa.
Cabe precisar que el encargado de dar la bienvenida al cardenal, fue el obispo de la Diócesis de Orizaba Monseñor Eduardo Cervantes Merino, quien agradeció la visita oficial del Cardenal, quien dirigió la Diócesis de Xalapa y ahora como Cardenal sigue estando al servicio de Dios, muy cercanamente al Papa Francisco para dar un giro e impulsar la vida de la iglesia.
“El Cardenal se destaca queridos hermanos por su doctrina, por sus costumbres, su piedad y prudencia; virtudes que por nosotros bien sabido es que goza y ha manifestado don Sergio Obeso Rivera. Nos alegramos don Sergio en esta iglesia en particular de Orizaba y nos llenamos de gozo por este nombramiento, no argumentando jactancias o banalidades humanas, sino por el respaldo, que usted mismo nos da testimonio con su amabilidad, su cercanía, su servicio, su disposición, sencillez y enorme calidad humana hacia todos, sin duda un modelo a seguir para los pastores, empezando por mi personal”, dijo.
Tras realizarse la lectura correspondiente del Evangelio sobre la célebre parábola de los llamados a la viña a distinta hora pero recibiendo el mismo salario, el ahora Cardenal Obeso Rivera aseguró que su paga ha sido el mismo hecho de servir a Dios desde hace muchos años y se dijo agradecido por ello, ante la nueva encomienda que le dieron al convertirse en Cardenal.