Alfredo, un joven militar de 26 años, regresó a la casa donde creció con sus abuelos y en donde vivía con su familia en Veracruz tras las balaceras en Culiacán, Sinaloa.
El militar murió en los enfrentamientos registrados durante un operativo en Culiacán, lo que provocó que dos menores se quedaran en orfandad.
Hace tres meses había estado en su casa celebrando un bautizo, hoy llegó en un féretro trasladado vía aérea en un avión caza 295 matrícula 3204 que aterrizó en la base aeronaval de Las Bajadas, a un lado del aeropuerto de Veracruz.
Compañeros del Ejército resguardan la vivienda donde se realiza el velorio de quien fue su compañero de armas.
A puerta cerrada, el domingo por la mañana le rendirán los honores fúnebres correspondientes en el cuartel de La Boticaria en las instalaciones del 83 batallón de infantería.
Posteriormente será sepultado en el lugar donde nació, en Tierra Blanca, en la Cuenca del Papaloapan.